Enrique Román-Martínez tenía 21 años de edad, cuando en mayo de 2020 desapareció. Se había ido de viaje por el feriado de Memorial Day con sus compañeros de la base militar Fort Bragg en Carolina del Norte. Sus compañeros reportaron que los había dejado y cinco días más tarde encontraron solo parte de su cráneo. A un año de su muerte se sabe que lo asesinaron de manera cruel y violenta, más ni las Fuerzas Armadas ni el FBI saben quién o por qué.