El análisis fue realizado por la organización Environment Texas tras examinar 167 playas en el estado. La investigación hace énfasis en los altos niveles de contaminación por bacterias fecales que representan un riesgo para la salud de los visitantes. La organización expresa la necesidad de fondos para mejorar la infraestructura, pero también considera que la colaboración de la comunidad es vital para prevenir enfermedades.