Ashley conoció la sombra de la muerte cuando tenía apenas 2 años: en marzo de 2014 fue diagnosticada con este devastador cáncer y se sometió a los tratamiento en el St. Jude Children's Research Hospital, sin que su mamá tuviera que responder por alguna factura. La institución batalla contra la enfermedad en los niños garantizando que las familias no deban pagar. Ahora, Ashley cumple varios años en remisión y asegura que el personal del hospital es su familia.