El hombre viajó desde California hasta Texas en julio de 2014 para cumplir la amenaza que en varias ocasiones, según testigos y la fiscalía, le había hecho a su exesposa de acabar con la vida de toda su familia si ella lo abandonaba. La única sobreviviente de la masacre le dijo al condenado que nunca había mostrado remordimiento por lo que hizo y "este es el final para ti".