Decenas de familiares y amigos de la hispana de origen hondureño se reunieron en la iglesia evangélica Garifuna de Houston para conmemorar su vida y honrar la memoria. "Carolina era una bella persona, una madre que daba la vida por sus hijos", aseguró una de las asistentes a la vigilia. La hispana fue asesinada presuntamente por Erika Jisela Miranda-Álvarez, de 28 años de edad, quien también raptó a la hija menor de la mujer para, según las autoridades, hacerla pasar como su hija.