Después de Harvey, muchos trabajadores sufrieron abusos, especialmente por la falta de pago de quienes los contrataban para hacer las labores de limpieza y reconstrucción. La propuesta pretende vigilar que no se maltrate a las personas que realizan tareas en áreas que pertenecen al condado de Harris y que fueron afectadas por el huracán. También busca que los contratistas paguen el mínimo de 15 dólares a cada empleado y que se les dé entrenamiento adecuado.