Una maestra de guardería fue detenida este miércoles por agentes de inmigración en Chicago enfrente de los niños que iban llegando al centro, lo que refleja las tácticas de control migratorio cada vez más agresivas del gobierno de Donald Trump.
Frente a los niños: así fue la indignante detención de una maestra de guardería en Chicago por parte de ICE
El gobierno asegura que los agentes no tenían como objetivo el centro escolar, sino que la detención estaba relacionada con una falta de tráfico por parte de la mujer “indocumentada” y originaria de Colombia.

La empleada corrió desde un vehículo hacia el Centro de Aprendizaje Temprano de Inmersión en Español Rayito de Sol en el que trabaja, después de que varios agentes llegaran al estacionamiento justo detrás de ella, según confirmó el concejal local Matt Martin, citando testimonios.
La maestra fue detenida en la entrada, pese a que informó a las autoridades que tenía papeles en regla que podía mostrarles, agregó.
Según testigos, las autoridades entraron al kínder para interrogar a varias personas alrededor de las 7:00 a. m., cuando se abre el centro.
Martin declaró que varios agentes llevaban ropa con la inscripción “POLICE ICE”, identificándose como funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Un video que circula en internet muestra al menos a un agente con un chaleco con las siglas “ICE”, mientras la mujer era inmovilizada y llevada a la comisaría.
“Los agentes de ICE NO tenían como objetivo una guardería. Intentaron realizar una detención de tráfico dirigida a esta mujer indocumentada de Colombia”, escribió en redes sociales la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin.
“Los agentes intentaron detener el vehículo, registrado a nombre de una mujer indocumentada, con las sirenas y las luces de emergencia encendidas, pero la persona que conducía se negó a detenerse”, agregó.
Padres de alumnos de la guardería mostraron su apoyo a la maestra detenida
Mike Quigley, miembro demócrata de la Cámara de Representantes de EEUU, dio a conocer en rueda de prensa que la maestra tenía permiso de trabajo y que los agentes la siguieron hasta la escuela sin contar con una orden judicial.
“No entraron simplemente persiguiendo a una persona. Entraron en varias aulas, preguntando y buscando a los maestros mientras había niños presentes”, declaró la también representante demócrata Delia Ramírez.
Rayito de Sol, que opera ocho centros en los estados de Illinois y Minnesota, no respondió a una solicitud de comentarios por parte de la agencia AP. Tras el incidente, su escuela en el norte de Chicago cerró por el resto del día.
Los padres de alumnos del centro se congregaron frente a la guardería, visiblemente enojados y consternados.
Esmeralda Rosales, cuyo esposo había dejado a su hijo de nueve meses en la guardería, salió corriendo del trabajo para mostrar su apoyo al personal del centro. Afirmó que la mujer detenida era la maestra de su hijo.
“Son las personas más amables y bondadosas. No lo merecen, estos niños no se merecen estar pasando por esto”, declaró.
Chris Widen, cuyo hijo de cuatro meses también recibe clases por parte de la mujer detenida, comentó que el operativo se produjo “en la escuela durante la hora punta de entrada, cuando los niños y sus familias tuvieron que presenciar cómo sacaban a la fuerza a una maestra y a agentes equipados con material táctico”.
Adam González estaba dejando a su hijo cuando vio gente gritando y agentes federales de inmigración con chalecos antibalas afuera de la escuela. Algo no le cuadraba, dijo, así que empezó a grabar la detención de la empleada.
“El mundo necesita ver lo que está pasando, que esto no es falso, que es real”, dijo González.
“En Chicago, parece que a estas alturas estás a uno o dos grados de separación de alguien que ha tenido un encuentro con ICE”, dijo Jason Wirth, padre de un alumno de Rayito, que iba camino a dejar a su hijo.
“Se supone que estas personas deben protegernos, y creo que en cambio nos sentimos como presa”, agregó.
Rechazo popular a los operativos migratorios cerca de las escuelas
Este hecho es algo inusual incluso en el marco de la “Operación Midway Blitz”, que ha resultado en más de 3,000 arrestos de inmigrantes en el área de Chicago desde principios de septiembre.
Como parte de este operativo, los agentes han descendido en rápel desde un helicóptero Black Hawk en una redada nocturna en un edificio de apartamentos, se han desplegado con una fuerza abrumadora en áreas recreativas y han lanzado gases lacrimógenos en medio de protestas, entre otras actuaciones.
En los últimos meses, las autoridades migratorias han provocado indignación entre buena parte de la población por operar cerca de las escuelas, especialmente durante las horas punta de entrada y salida de los niños.
En julio, agentes abordaron a un hombre en el estacionamiento de la guardería de su hijo en un suburbio de Portland, Oregón, ante la mirada de muchos niños.
En Los Ángeles, agentes esposaron a un adolescente con discapacidad frente a un instituto, pero lo liberaron cuando se dieron cuenta de que se habían equivocado de persona.
En Chicago, agentes lanzaron el mes pasado gas lacrimógeno que inundó el patio de recreo de una escuela primaria donde jugaban los niños.
Gregory Bovino, jefe de la Patrulla Fronteriza y la cara más visible de las redadas migratorias en Los Ángeles y Chicago, ha defendido con firmeza las tácticas del gobierno frente a las amenazas y protestas.
“No tenía motivos para pensar que sería tan grave, pero es mucho peor de lo que jamás imaginé”, declaró este lunes.
Calificó a sus agentes de “destructores de ciudades santuario”, en alusión a las ciudades como Chicago que limitan su cooperación con las autoridades migratorias.
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