Diversos negocios han sido blanco de los delincuentes de forma repetitiva, lo que ha hecho que los propietarios tengan pérdidas y que la clientela deje de asistir a estos establecimientos. Por eso, los dueños de pequeños negocios están considerando dejar de pagar los impuestos locales. "Yo estoy pidiendo policía todo el día, no que esté ahí 10 minutos y se vaya", indica José Ortiz, propietario de un restaurante.