DALLAS, Texas. - Los problemas de salud mental en niños y adolecentes están más presente de lo que muchos padres piensan. Desde que inicio la pandemia han aumentado significativamente en el área Dallas-Fort Worth. Es una realidad que desde la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI) definen como una situación crítica.
Salud mental en los más jóvenes es una situación de “emergencia”, aseguran en NAMI DFW
De acuerdo con Claudia Smith, vocera de la organización Nami, los casos de menores con ansiedad, depresión e, incluso, pensamientos suicidas han aumentado desde el inicio de la pandemia y pasaron de recibir tres llamadas semanales a dos por día.

Son episodios de ansiedad, depresión y otras situaciones que en algunos casos se manejan a tiempo, pero otros son tan agresivos que pueden llevar al suicidio. En el Norte de Texas, miembros de esta organización como, Claudia Smith, pasaron de recibir 3 llamadas semanales a dos por día. “Ha habido más depresión, intentos de suicidios y más suicidios, paranoia y esquizofrenia por la pandemia. Es una emergencia”, asegura Smith. Un punto alarmante es que muchos padres no se dan cuenta de los cambios que están teniendo sus hijos. Por eso es importante prestar atención a las siguientes señales:
-Cuadros de ansiedad -Tristeza Prolongada -Ataques de Pánico - Aislamiento - Pérdida de Peso - Cambios en la Alimentación - Dificultad para Dormir / Muchas Horas de Sueño.
La portavoz de NAMI, Claudia Smith, señala que todos esos síntomas son luces ROJAS que sugieren que está por venir una crisis. Si estas señales están presentes en su hijo debe actuar de inmediato. No permita que por vergüenza o cualquier otro motivo termine lamentando no haber reaccionado a tiempo. “ Si uno necesita, hay que pedir ayuda. no importa lo que diga el vecino o los familiares”, enfatizó Smith. Advierte que el problema no es sólo es para la persona que está viviendo ese momento de crisis, sino que es algo que va a impactar negativamente a toda la familia. De allí la importancia de la evaluación, un proceso que involucra no sólo al joven, sino también a sus padres. Se repasa el historial de salud física y mental de la familia, entre otros pasos.
En una mirada amplia a nivel nacional, datos que registra el Departamento de Familia de Texas indican que cada año en los Estados Unidos 13% de los niños son diagnosticados con algún tipo de desorden mental. Asimismo, según NAMI, 1 de cada 6 niños y adolescentes de 6 a 17 años vive algún tipo de desorden mental anualmente.
Por todo esto, el llamado a los padres y representantes es abrir los ojos y también el corazón. La portavoz de NAMI sugiere que converse con sus hijos y que nunca duce en buscar ayuda. En el capítulo Norte de Texas de esta organización, ofrecen ayuda en español.












