DALLAS, Texas. El Departamento de Salud del Condado de Dallas tuvo que eliminar 27 puestos y suspender varias campañas comunitarias tras el corte de financiamiento federal.
“La política se metió en la salud pública”: Dallas enfrenta recorte millonario en salud
El Departamento de Salud del Condado de Dallas perdió $4 millones en fondos federales, eliminó 27 puestos y canceló jornadas de vacunación. Su director, Philip Huang, advierte que la política ha afectado la salud pública y pide no olvidar el valor de las vacunas.

Su director, el Dr. Philip Huang, advierte que los recortes ponen en riesgo la prevención de enfermedades y la preparación ante nuevos brotes.
Un golpe al corazón de la salud pública
Dallas enfrenta una reducción drástica en sus programas de salud comunitaria.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos del Condado de Dallas (DCHHS) perdió cerca de $4 millones de dólares en fondos federales, lo que obligó a eliminar 27 puestos y cancelar decenas de jornadas de vacunación y actividades comunitarias en barrios del norte y sur del condado.
El Dr. Philip Huang, director de la agencia y autoridad de salud pública, confirmó que el dinero provenía de tres subvenciones del gobierno federal que fueron canceladas antes de tiempo:
“Nuestro departamento perdió alrededor de 4 millones de dólares. Eran fondos federales de tres programas distintos, que se terminaron anticipadamente”, explicó el Dr. Huang en entrevista con Univision.
“Aunque se crearon durante la pandemia, no eran fondos exclusivos para COVID. Tenían impacto en otras áreas de salud pública”.
Jornadas canceladas en plena alerta por sarampión
Una de las consecuencias más visibles de los recortes ha sido la suspensión de campañas de vacunación en escuelas y comunidades donde los índices de inmunización son más bajos.
“Tuvimos que cancelar eventos comunitarios de vacunación, incluso en medio del brote de sarampión en el oeste de Texas”, contó Huang.
“Ya habíamos contactado a varias escuelas con tasas de vacunación muy bajas, pero esas jornadas tuvieron que detenerse”.
Además del impacto en vacunación, los recortes afectan al equipo de epidemiólogos encargados de investigar brotes de enfermedades, seguir casos sospechosos de sarampión y mantener vigilancia sobre otros virus que podrían propagarse.
Los laboratorios también se han visto golpeados: los planes para modernizar equipos y reportes electrónicos quedaron en pausa.
“Todo eso se ha visto afectado”, dijo Huang. “Perdimos personal y capacidad técnica justo cuando más deberíamos estar invirtiendo en prevención”.
“La política se ha metido demasiado en la salud pública”
El director de salud fue directo al señalar lo que considera la raíz del problema: la politización de los programas federales y el desinterés por mantener los avances logrados durante la pandemia.
“Hay un esfuerzo político por desmantelar programas de salud pública”, afirmó.
“A veces, el gobierno es visto como el enemigo y la gente olvida por qué existen estas protecciones”.
Huang recordó escenas de los primeros meses del COVID-19: hospitales llenos, refrigeradores improvisados para los cuerpos y personal agotado.
“La vacuna fue un milagro científico y humano. Pero hoy, la desinformación y la política nos están haciendo retroceder”.
Sin fondos, pero con misión
El Departamento de Salud continúa operando, aunque con menos personal y recursos.
Las clínicas móviles y ferias comunitarias, donde se aplicaban vacunas gratuitas o de bajo costo, han sido reducidas, lo que afecta directamente a familias hispanas y de bajos ingresos que dependen de esos servicios.
“Perder 27 trabajadores significa menos capacidad para salir a la comunidad”, dijo Huang.
“Durante la pandemia aprendimos que no basta con esperar a que la gente venga. Debemos ir hacia ellos, a donde viven y estudian. Cualquier cosa que debilite esa presencia nos perjudica a todos”.
Intentos por recuperar los fondos
El Dr. Huang confirmó que ha habido esfuerzos para recuperar el dinero, pero sin resultados.
Explicó que al menos 23 estados en el país sí lograron recuperar parte de los fondos federales mediante una acción colectiva en la que Texas no participó.
“Se han hecho intentos, pero sin éxito”, reconoció.
“En otros lugares, las autoridades presentaron una demanda colectiva y recuperaron recursos. Texas, lamentablemente, no formó parte”.
Lo que la comunidad puede hacer
Aunque el impacto es grande, los servicios esenciales continúan.
Las autoridades de salud recomiendan a las familias mantener sus vacunas al día y acudir a las clínicas del condado o centros comunitarios para verificar disponibilidad.
Recomendaciones del DCHHS:
- Revisa tu esquema de vacunación y el de tus hijos.
- Pregunta en tu escuela o iglesia por clínicas móviles reprogramadas.
- Acude a centros de salud comunitarios que ofrecen vacunas gratuitas o de bajo costo.
Ante síntomas de sarampión (fiebre y sarpullido), no envíes a los niños a la escuela y llama a tu clínica.
“Estos recortes impactan a la gente en la primera línea: las enfermeras, los investigadores, los vecinos que ayudan a vacunar. Cada dólar perdido afecta vidas reales en nuestra comunidad”, insistió Huang.
Una advertencia que trasciende
Dallas
Más allá del condado, Huang teme que el desmantelamiento de programas federales deje al país menos preparado para enfrentar nuevas emergencias sanitarias.
“COVID nos demostró lo frágil que puede ser todo. No podemos darnos el lujo de olvidar esas lecciones”.
El doctor insiste en que, sin inversión constante, la salud pública no resiste sola:
“Podemos hablar de impuestos, de presupuestos o de política, pero al final, lo que está en juego es la vida de la gente”.






