"Pensé que lo había perdido para siempre": Hispano bota su anillo de bodas, pero alguien lo encuentra en una playa de Florida

Cuando Christopher Ramírez y su familia decidieron salir de Dallas para ir de vacaciones a Florida, pensaron que el viaje les dejaría muchas historias familiares que contar, pero nunca una como esta: perder su anillo de bodas entre la infinita arena de una playa en Florida y luego recuperarlo de las manos de otro texano.

La familia Ramírez se encontraba en un resort en Fort Lauderdale en junio, a inicios del verano. Consciente del valor emocional de la pieza y de los cuidados que debe tener, Chris guardó la sortija en una bolsa, no la quería exponer al meterse al mar, creyó que estaba seguro, pero no fue así.

Los momentos agradables vividos aquel día en la playa repercutieron en que al líder de la familia se le olvidara por completo colocarse la argolla de nuevo. Los Ramírez dejaron Fort Lauderdale para dirigirse a Orlando, otra escala más en el itinerario vacacional.

Estando en esa ciudad, Chris se dio cuenta de que no tenía el anillo, lo buscó en la bolsa, no lo encontró, “cuando me di cuenta llamé al hotel, les dije que lo había perdido, pedí que si sabían algo me ayudaran a recuperarlo”, dijo Ramírez a Univision 23.

Chris, quien es un barbero profesional de 30 años, reconoció que estaba enojado y triste por lo sucedido. A pesar de todo, no perdió la esperanza de recuperar la pieza que simboliza la unión que tiene con su esposa Marissa Ramírez, con quien tiene tres años de casado, pero 13 años de relación.

“Mandé fotos al resort para que vieran cómo era el anillo, aunque pedí su ayuda, pensé que ya la había perdido para siempre”. Ramírez indicó que, sin importar la pérdida, su esposa no se molestó con él.

El milagro de Fort Lauderdale

A pesar de que Chris pensó que nunca más volvería a verlo, Charlotte Duffey, una residente de Mansfield, Texas, cambió el final de la que pudo ser una triste historia: Duffey viajó 1,300 millas de distancia, las mismas que Chris y se topó por casualidad con el anillo tirado en la playa.

Duffey y su hija Latosha se hospedaban en el mismo resort que los Ramírez. La señora Duffey caminaba en la playa, mientras lo hacía, miró a la arena y vio algo brillante, se dio cuenta de era una joya, un anillo, lo levantó y se percató que no era cualquier pieza, era una sortija de matrimonio.

De acuerdo con el testimonio de Chris, las Duffey desde un inicio tenían como objetivo devolver la argolla, sin tener claro cómo lo lograrían. Por lo que, en una primera instancia Charlotte se llevó a casa el anillo y desde ahí puso manos a la obra para devolver el objeto a su dueño.

Otra de las casualidades de esta historia es que, tanto las Duffey, como los Ramírez son oriundos de Texas, por lo que eso facilitó, en mucho, la devolución. Según el barbero la madre de Mansfield se comunicó al hotel para tratar de saber si alguien había reportado un anillo perdido. Y vaya sorpresa, Chris había dejado sus datos por si su preciado anillo aparecía.

Una vez que Charlotte reveló el hallazgo y su intención de regresar la sortija a su dueño, los empleados del lugar se comunicaron con Chris con el fin de que se enterara de que su anillo había sido encontrado.

A las dos semanas de que se perdió la argolla de matrimonio en la playa de Fort Lauderdale regresó a manos del esposo de Marissa. Chris indicó a Univision 23, que el anillo fue devuelto vía USPS, a pesar de que ambas familias son oriundas de Dallas.

“Gracias a ella (Charlotte) tengo mi anillo de regreso. Estoy muy agradecido, siempre lo estaré”, dijo Christopher, quien reconoció la honestidad de la mujer y su legítima intención de devolverle la sortija.

También te puede interesar: