La madre afroestadounidense Sonia Massey recibió un balazo mortal en la cabeza el sábado 6 de julio. Se acababa de disculpar con Sean Grayson, asistente del alguacil del condado de Sangamon, en Illinois, por haberlo reprendido "en el nombre de Jesús". Él le disparó y un gran jurado lo acusó de asesinato.