La crisis de migrantes en Chicago se agudiza con la llegada de al menos 17 mil personas. Más de dos mil están en las estaciones de policía, a la espera de ser ubicados en refugios. Los migrantes ya no caben dentro de estos espacios y deben dormir en carpas frente a los cuarteles, creando un panorama de caos donde se ven colchones, mesas, sillas, ropa y comida a la intemperie.