Tras las huellas del Papa León XIV en Chicago: los lugares que marcaron su infancia y vocación religiosa

La vida religiosa del Papa León XIV tuvo raíces profundas en comunidades de fe del sur de Chicago. Su infancia transcurrió en un entorno familiar modesto en un suburbio residencial de la ciudad.

Video Papa León XIV: Los pasos y lugares clave del pontífice en su natal Chicago

CHICAGO, Illinois.- El nombramiento del cardenal Robert Francis Prevost como el nuevo papa León XIV llenó de orgullo a muchos en Chicago, donde pasó su infancia y formó sus cimientos espirituales. En un recorrido por los lugares que marcaron sus primeros años, es posible reconstruir el entorno que moldeó al primer pontífice estadounidense y al segundo originario del continente americano.

El viaje comienza en el barrio de Auburn Gresham, al suroeste de la ciudad, donde se levanta imponente la Iglesia Santa Rita de Cascia, junto a su reconocida escuela secundaria agustiniana. Allí, la presencia de Prevost es recordada con cercanía. “El padre Robert ha sido parte central de nuestra comunidad en todos los momentos de su vida religiosa, incluso cuando ya era obispo”, afirma el padre Tom McCarthy, OSA. Los alumnos de la escuela lo recuerdan no solo como visitante frecuente, sino también como maestro sustituto de física, antes de su partida al Perú como misionero.

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A tan solo media hora en auto al sur de la ciudad se encuentra Dolton, el suburbio donde nació Prevost en 1955. Sus padres, Louis y Mildred, de ascendencia francesa, italiana y española, adquirieron en 1949 una casa de ladrillo en 141st Place, pagando una modesta hipoteca de 42 dólares mensuales. Esa vivienda, hoy de valor incalculable por su significado histórico, fue recientemente retirada del mercado por su nuevo propietario, quien confesó a este medio que la compró sin saber que ahí había crecido el nuevo papa.

Muy cerca de la casa familiar, otro sitio destaca en el mapa biográfico de León XIV: la Iglesia de Santa María. Este templo, que estuvo cerrado durante años, fue donde el joven Prevost ofició misa tras su ordenación sacerdotal. En estos días, ha reabierto sus puertas y se prepara para recibir fieles que lo consideran ya un lugar de peregrinación. Su reapertura simboliza no solo un regreso a la vida comunitaria, sino también un homenaje al pastor que dio sus primeros pasos allí.

El recorrido concluye en South Holland, otro suburbio de la zona sur. Allí se encuentra una pizzería de cadena que, según vecinos y excompañeros, era uno de los sitios favoritos del joven Robert. “Era muy joven, claro, su paladar aún no estaba del todo desarrollado”, comenta con humor uno de los entrevistados. La anécdota sirve como recordatorio de la humanidad del nuevo pontífice, que creció en vecindarios humildes, entre comunidades multiculturales, y que encontró en la vida cotidiana el primer llamado a servir.

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Hoy, mientras el mundo católico vuelve la mirada a Roma, Chicago también alza la suya, no solo con orgullo, sino con la certeza de que León XIV lleva consigo el espíritu de su ciudad natal: diversa, resiliente y profundamente arraigada en la fe.


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