La víctima relató que uno de los sospechosos lo visitó en la tarde en su vivienda, ubicada en Belmont Central, para ofrecerle arreglar los escalones e incluso ingresó a ella para tomar un vaso de agua. Horas después, en la noche, ese mismo sujeto regresó con otros dos para hurtar al anciano. No contaban con que tenía un arma.