Las imágenes muestran algunos becerros sangrando, tirados en el piso y sin ningún tipo de cuidado o atención médica. Richard Cuoto, de la organización Animal Recovery Mission, denunció que los gerentes del lugar estaban “golpeando y disparando” contra las especies y que algunos trabajadores presuntamente consumían estupefacientes en la planta lechera que ofrece sus servicios a grandes compañías del país.