Parientes de la joven, quien fue asesinada para arrancarle a su bebé del vientre el pasado 23 de abril, asistieron a la audiencia contra Clarisa y Desiree Figueroa, las dos mujeres señaladas como responsables del crimen. La activista Julie Contreras, vocera de la familia Ochoa, aseguró que es necesario que se presenten cargos no solo por la muerte de Marlen sino también por los daños causados al hijo que estaba esperando.