Los sueños de Ed Bambas de vivir un retiro cómodo con su esposa se esfumaron cuando General Motors quebró y él perdió su pensión, su seguro médico y la mayor parte de su seguro de vida. A los 82 años y tras la muerte de su compañera de vida volvió a trabajar a un supermercado para mantenerse.
Eso cambió a sus 88 años por un acto de generosidad.