Republicanos aprueban la redistribución de distritos en Texas; demócratas irían a tribunales

Los legisladores republicanos han propuesto una redistribución de los distritos electorales en Texas que ha sido polémica, ya que activistas y demócratas acusan que limita el voto de comunidades hispanas y afroamericanas.

Video Avanza la redistritación en el Capitolio texano tras el regreso de los legisladores demócratas

AUSTIN, Texas.- Tras dos semanas de disputas y de huelgas por parte de los demócratas, este miércoles la Cámara de Representantes de Texas, controlada por los republicanos, votó a favor de la redistribución de mapas electorales.

Con 88 votos a favor y 52 en contra se aprobó la redistribucón de distritos electorales que impactaría las elecciones de medio término del 2026.

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Esta redistribución es impulsada por los republicanos en distritos de ciudades de Austin, Dallas, Fort Worth, San Antonio, Houston y el Valle de Texas, donde hay una fuerte representación de comunidad hispana y afroamericana.

Con los nuevos mapas electorales, algunos de los distritos afectados podrían beneficiar a los republicanos.


Activistas y demócratas han acusado que esta redistritación presuntamente fue impulsada por el Presidente Trump para tomar ventaja de cinco escaños y proteger a la mayoría republicana en el Congreso. De hecho, algunos republicanos como Cody Vasut ha expresado que la redistribución propuesta es para "estar en igualdad de condiciones al competir contra los demócratas".

Y es que en 2020 fue la última redistritación, la cual se hizo tomando con referencia los resultados del censo y a vistas de los republicanos, esa vez "se favoreció a los demócratas". Normalmente, las redistribuciones se hacen cada 10 años, pero los republicanos la han convocado a mitad de década, lo cual no es ilegal, pero sí inusual.

En 2019, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que los tribunales federales no tienen autoridad para intervenir en casos de mapas electorales dibujados con fines partidistas. Con esa decisión, los legisladores de Texas —donde los republicanos mantienen el control— tienen margen para trazar distritos que fortalezcan su poder político, siempre que la manipulación se limite a beneficiar a un partido sobre otro.

El límite sigue siendo la Ley de Derecho al Voto de 1965, que prohíbe que los planes de redistribución discriminen o diluyan la representación de las minorías raciales y lingüísticas.

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Los demócratas que podrían quedar fuera

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