La familia de Scott Schwab, el niño de 10 años que murió en Kansas en el tobogán más alto del mundo el verano pasado, recibirá cerca de 20 millones de dólares después de llegar a un acuerdo judicial, según se conoció este jueves.
La familia del niño que murió decapitado en el tobogán de agua más alto del mundo recibirá 20 millones
El joven Scott Schwab, de 10 años e hijo del congresista Scott Schwab, falleció el mes de agosto pasado en una atracción de 168 pies (51 metros) de un parque acuático en Kansas.

Schwab, que era hijo del congresista Scott Schwab, falleció el 7 de agosto cuando disfrutaba con la familia de un día de verano en un parque acuático. El menor estaba montado en la atracción Verruckt, que en alemán significa demente.
El Verruckt permitía que las personas se desplazaran gracias a unas balsas que subían hasta una altura de 168 pies (51 metros) de altura, es decir, como un bloque de 17 pisos, para caer después a una velocidad de 70 millas por hora. Luego volvía a ascender otra loma para acabar en una piscina. Una persona cercana a la investigación, citada por la agencia AP, confirmó que el niño murió decapitado en ese trayecto. Otras dos mujeres que viajaban en la misma balsa resultaron heridas en el rostro y necesitaron ser atendidas en el hospital.
La familia recibirá 14 millones de dólares de las empresas SVV 1 y KC Water Park, que están asociadas con el operador texano de parques acuáticos Schlitterbahn, según informó el diario Kansas City Star. El resto del dinero vendrá del contratista general y el fabricante de la balsa, entre otros.
Hasta ahora, se había publicado que la familia y las empresas habían llegado a un acuerdo, pero se desconocía el monto total. El diario, sin embargo, presentó mociones para conocer los documentos alegando que los responsables de esta muerte debían rendir cuentas al público. Según el diario, el acuerdo alcanzado puede ser el más alto en un accidente de estas circunstancias.
La familia del joven había declarado previamente en un comunicado que estaba “resuelta a obligar a los responsables de la tragedia a rendir cuentas y hacer todo lo posible para asegurar que esto jamás vuelva a sucederle a otra familia”.
El tobogán Verruckt, que fue reconocido como el más alto del mundo por el libro Guinness de Récords, tiene 264 escalones para poder llegar hasta su inicio. Según la página web del parque, el peso de los ocupantes de la balsa debía estar entre las 400 y 550 libras (180 y 250kg) y todos debían tener una estatura mínima de 54 pulgadas (1.37 metros). Cuando ocurrió el suceso, no estaba claro si el niño cumplía con la altura requerida.
En 2014, cuando abrió la atracción, los menores de 14 años no podían subirse al tobogán. Además, su inauguración fue retrasada en varias ocasiones, según informó The New York Times.
En noviembre del pasado año se anunció la demolición del tobogán, aunque se aplazó hasta que las autoridades finalizaran la investigación para determinar qué sucedió en el Verruckt. "Consideramos que es el único camino pertinente a seguir tras esta tragedia", afirmó entonces el parque acuático en un comunicado.











