Hispano muere atacado por enjambre de abejas mientras colgaba de un árbol con un arnés

Franco Galván Martínez, de 53 años, murió luego de ser atacado por un enjambre de abejas. El hispano, técnico de iluminación de jardines, perturbó una colmena sin darse cuenta y fue atacado hasta morir.

Video Hispano muere atacado por abejas mientras colgaba de un arnés de un árbol

AUSTIN, Texas- Un hispano, técnico de iluminación de jardines, identificado como Franco Galván Martínez, de 53 años, tuvo una muerte trágica al ser atacado por miles de abejas de una colmena, que perturbó sin darse cuenta, mientras trabajaba en un árbol.

Según relataron testigos del hecho a medios locales, Galván Martínez estaba usando una escalera en medio de su jornada laboral cuando molestó, sin percatarse, una colmena de abejas que estaba en una de las ramas del árbol.

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En aquel momento, miles de abejas lo cubrieron y debido al ataque cayó de la escalera quedando en el aire suspendido de un arnés, mientras el grupo de abejas lo atacaba.

Vecinos escucharon los gritos de auxilio del hombre

Vecinos del lugar escucharon los gritos de auxilio del hombre y vieron a dos compañeros de trabajo que intentaron ayudarlo, pero también fueron picados por las abejas.

“Estaban muy desesperados. Fue horrible. Durante más de 10 minutos solo pudieron soportar escuchar la ansiedad (de Galván Martínez)”, dijo un vecino a KXAN.

Las unidades de bomberos llegaron al lugar y espantaron las abejas usando sus mangueras, pero Galván no soportó las picaduras y murió.

Galván Martínez es padre de dos hijos y vivía en Seguin. Trabajaba para una empresa de jardinería e iluminación llamda Bill Biggadike & Associates, con sede en New Braunfels.

Las investigaciones sobre la muerte de Galván Martínez fueron asignadas a un inspector de Austin Code. La familia por su parte está esperando la autopsia para determinar la causa de su muerte.

Recomendaciones de expertos al ser atacado por abejas

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos, ofrece las siguientes recomendaciones para escapar con vida de un ataque de abejas:

1. Aléjese corriendo lo más rápido que pueda. No se detenga para ayudar a otros, a menos que sean niños pequeños o personas con alguna discapacidad que necesiten asistencia. Una persona saludable debería ser capaz de dejar atrás a las abejas porque corre más rápido de lo que ellas vuelan.

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2. Mientras va corriendo, proteja su rostro subiéndose la camisa sobre la cabeza o con los brazos, sin que esto detenga o reduzca tu carrera. Esto te ayudará a evitar que las abejas ataquen las áreas sensibles alrededor de la cabeza y los ojos. Si llevas a un niño en brazos, mantén su rostro pegado directamente contra tu cuerpo para protegerlo de las abejas.

3. No intente pegarle a las abejas o agitar tus brazos. Las abejas son atraídas por el movimiento y las que son aplastadas emiten un olor que atraerá más abejas.

4. Sigue corriendo hasta que llegue a un refugio, como un vehículo o una construcción. Es posible que algunas abejas le sigan hacia el interior, pero si se trata de un lugar bien iluminado, estas se confundirán y volarán hacia las ventanas.

5. No salte al agua, pues las abejas esperarán a que salga a respirar para continuar su ataque.

6. Use cualquier cosa que tenga a la mano para protegerse, como cobijas, bolsas de dormir, ropa o incluso puede meterse entre arbustos.

7. Una vez que esté a salvo, quite inmediatamente todos los aguijones de su cuerpo, pues el veneno sigue entrando a la herida por un corto periodo de tiempo. No arranque los aguijones con pinzas o con sus dedos, ya que esto sólo inyectará más veneno. En su lugar, raspe el aguijón hacia los lados usando sus uñas o con el borde de una tarjeta de crédito, o con un cuchillo sin filo o con algún otro objeto de borde recto.

8. Llame al número de emergencias para reportar un ataque serio, pues ellos saben cómo manejar este tipo de situaciones.

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9. Si fue picado más de 15 veces, si se siente mal o si tiene razones para creer que es alérgico a la picadura de abejas, busque atención médica de inmediato. Normalmente, un adulto promedio puede soportar 1,000 picaduras, pero un niño podría morir con 500.

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