"El regalito que me dejó COVID": Mujer dice que sufre fatiga y dolores de cabeza a casi un año de infectarse

Una mujer de Arizona relata su experiencia con los síntomas prolongados que la afectan del día a día tras haberse contagiado del COVID-19 en noviembre del 2020. Médicos continúan investigando sobre este fenómeno en cientos de personas a través del país.

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Mientras que algunos se recuperan pronto tras contraer el COVID-19, hay personas cuya batalla es larga y aparte de todo, tienen que lidiar con efectos prolongados meses después de haberse infectado.

Tal es el caso de Irma Díaz quien se contagió hace casi un año, durante el mes de noviembre del 2020. Hoy día, Díaz asegura que padece un cansancio que no la deja llevar una vida similar a la de antes. “ Sin exagerar, a las 5 o 6 de la tarde yo ya estoy en pijamas… ya me quiero acostar hasta otro día”, expresó durante una entrevista con Univision Arizona. “Como que no tienes energía ni para caminar, simplemente como un costal de papa”, agregó.

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Aparte del cansancio, Díaz dice padecer dolores de cabeza y hasta pérdida de vista; tanto que tuvo que conseguir una receta más fuerte para sus lentes que ya se habían tornado inservibles. “El regalito que me dejó COVID”, dijo Díaz.

Síntomas tras pasar la enfermedad


El doctor Greg Vanichkachorn dice que han encontrado algunas anormalidades en el sistema inmunológico en este tipo de pacientes y que algunas de las células que producen anticuerpos no funcionan con la misma eficacia. Reporta además que la gravedad de los efectos varían y que han descubierto que las personas con los peores síntomas prolongados, son aquellos que estuvieron en estado grave.

Sus estudios demuestran que entre 10 a 30 por ciento de las personas que contraen el coronavirus, tendrán síntomas a largo plazo y que también estas suelen ser personas más jóvenes. La edad promedio de sus pacientes es de 45.4.

La Clínica Mayo además revela que la mayoría de estas personas no tenían ninguna condición respiratoria o cardiaca pre-existente. Otros efectos que investigan son: depresión, problemas de memoria y concentración, mareos, fuertes palpitaciones y más.

Médicos le piden a pacientes que no pierdan la fe y que se esperan estudios más extensos, incluyendo ensayos clínicos para conseguir un tratamiento.

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