A la edad de 13 años Carmen Hernández llegó de El Salvador a los Estados Unidos, su sueño era estudiar y tener una mejor calidad de vida junto a su familia. Años más tarde con la profesión de dentista y tras el diagnóstico de escoliosis de su hija se adentro en el mundo de la quiropráctica.
A la edad de 13 años Carmen Hernández llegó de El Salvador a los Estados Unidos, su sueño era estudiar y tener una mejor calidad de vida junto a su familia. Años más tarde con la profesión de dentista y tras el diagnóstico de escoliosis de su hija se adentro en el mundo de la quiropráctica.