Fueron traficantes, secuestradores e incluso sicarios, trabajaron para los más grandes carteles de la droga, pero ahora cambiaron de bando y se han refugiado en la palabra del señor.
Fueron traficantes, secuestradores e incluso sicarios, trabajaron para los más grandes carteles de la droga, pero ahora cambiaron de bando y se han refugiado en la palabra del señor.