La reina Isabel II otorgó un nuevo título a su nieto el príncipe William, ahora será el representante oficial entre la monarquía británica y la iglesia de Escocia. Este acontecimiento se lleva a cabo una semana después de que el palacio de Buckingham anunciara que Harry y Meghan Markle ya no serán nombrados como "sus altezas reales", porque no son miembros activos de la familia real.