Los duques de Sussex disfrutaban de una caminata en un bosque canadiense el día de Año Nuevo, cuando se percataron que una joven pareja local batallaba para tomarse una 'selfie'. Fue cuando Meghan Markle ofreció su ayuda como fotógrafa: "Me congelé, de verdad no podía creer quién era", dijo Asymina Kantorowicz al relatar su encuentro con la realeza.