Estas son las costumbres más inusuales que Meghan Markle debería seguir luego del nacimiento de su primer hijo

Existen algunas tradiciones reales que se espera sean seguidas por la duquesa de Sussex, aunque desde antes del parto de su primogénito ya se ha saltado un par de ellas.

Por:Univision

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Desde que se anunció el embarazo de Meghan Markle, en octubre de 2018, la duquesa de Sussex y el príncipe Harry han estado en el ojo del huracán debido a la expectativa que causó la llegada del bebé real.

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A solo unos días de que nazca su primogénito, presentamos algunas de las prácticas reales más inusuales que Meghan Markle debería seguir, según dictan las tradiciones de nacimiento de la familia real británica.

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De acuerdo con estas costumbres, el parto deberá estar a cargo de al menos un ginecólogo real. Actualmente el cirujano-ginecólogo real es Alan Farthing, mientras que el obstetra es Guy Thorpe-Beeston y ambos ayudaron en el nacimiento de los tres hijos de los duques de Cambridge: George, Charlotte y Louis.

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No obstante, durante la etapa final del embarazo de Meghan ha corrido el rumor de que la exactriz norteamericana de 37 años desea ser atendida por una partera y contar con la ayuda de una doula.

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Otra de las costumbres más inusuales es que al nacer, los bebés reales automáticamente quedan bajo la custodia de la reina debido a una ley dictada hace más de 300 años.

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Aunque esta disposición es vigente, Isabel II no ha intervenido en la educación de sus nietos o bisnietos hasta ahora, de acuerdo con una declaración de la especialista en realeza Marlene Koenig a The Independent.

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Como si se tratara de la época antigua, la noticia del nacimiento real se anuncia mediante un boletín colocado en un caballete afuera del palacio de Buckingham.

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El documento es escrito a máquina y firmado por el equipo médico que asiste al parto., además incluye detalles sobre el sexo del bebé, el momento del nacimiento y confirma la salud de la madre y el niño.

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Para su primera aparición público el nuevo miembro de la familia real es arropado en una cobija hecha tradicionalmente por la empresa G.H. Hurt & Sons. Esta costumbre comenzó inicialmente con el nacimiento del príncipe Carlos en 1948.

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Usualmente el nombre de los bebés reales no es anunciado inmediatamente después de su nacimiento. En el caso de los hijos de Kate Middleton y el príncipe William los nombres de los pequeños fueron públicos hasta dos días después de que la duquesa de Cambridge dio a luz.

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Desde que se supo que Meghan Markle estaba embarazada, las casas de apuestas del Reino Unido reportaron apuestas millonarias de jugadores que especularon sobre el nombre y sexo del bebé.

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Cada bebé real utiliza un vestido especial para su bautizo, que pasa de generación en generación para cada niño de la familia real británica. Los hijos de los duques de Cambridge llevaron una réplica del vestido original que fue hecho en 1841 para la hija mayor de la reina Victoria y que fue usado por 62 bebés durante los 163 años que estuvo en servicio. La prenda se lavó a mano con agua de manantial después de cada ceremonia y se almacenó en una habitación oscura hasta su próximo uso.

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Otra tradición es el saludo de armas, que generalmente ocurre después de un nacimiento real. Por ejemplo, cuando nació la princesa Charlotte los soldados dispararon en Hyde Park y la Torre de Londres en su honor. Después, la tropa real de artillería a caballo hizo una procesión desde el cuartel de Wellington para disparar 41 tiros.

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Los bebés reales no reciben títulos nobiliarios en automático, por lo que el primogénito de los duques de Sussex no lo tendrá a menos que la reina Isabel II se lo conceda. Esto quiere decir que el bebé Sussex no será su alteza real ni príncipe o princesa, sino que será conocido como Lord o Lady Mountbatten-Windsor a menos que la reina decida lo contrario.

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Una de las tradiciones más arraigadas de la familia real y de las que mayor expectación causan entre el público es la presentación del recién nacido, que se había hecho en un encuentro con la prensa desde las escaleras del ala Lindo del hospital St. Mary desde 1977, cuando Lady Di y el príncipe Carlos posaron ante las cámaras con su primogénito, el príncipe William.

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Esta tradición fue continuada por Kate Middleton y el príncipe William, pues los tres hijos de los duques de Cambridge fueron presentados de manera pública al salir del hospital.

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Sin embargo, Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron recientemente a través de su cuenta de Instagram que desean mantener en privado la llegada de su bebé, por lo que el recién nacido será presentado a través de fotos de una sesión privada, también en dicha red social.

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