Zlatni Rat, la playa del cuerno de oro

Para vivir la experiencia Europea no basta conocer castillos, príncipes, museos y nevados. Este continente también es un destino apreciado por sus hermosos litorales. Es poseedor de una ruta mágica y soleada, la cual estará incompleta sino te detienes a respirar la brisa salada de las playas de Croacia.

Este país, bañado generosamente por el mar Adriático, ostenta entre sus atractivos más visitados sus diáfanas bahías. Croacia, disfruta de 1.778 km de territorio costero, cifra friolera comparada con los 5.790 km que reúne al incluir a sus 1 185 islas en el cálculo.

Si, muchas playas que recorrer y disfrutar, y cada una con un especial encanto que te dejará atrapado bajo largas horas a merced de un sol abrazador, mientras eres rodeado por un mar cristalino e imponente. Destinos soñados que tienen lo necesario para satisfacer a todos los turistas, desde tomar el sol despreocupadamente, jugar con los niños a la pelota; hasta salpicar un poco de agua a tus amigos, mientras practicas windsurf.

Sin embargo, si realmente quieres disfrutar un veraneo inolvidable, debes mantener en mente solo una playa, una que resalta con gracia y hace palidecer a las demás, la joya de Croacia, Zlatni Rat.
Esta playa de arena color oro, que reluce rendida ante los rayos del sol, está ubicada a  2 km del puerto de Bol, en la costa sur de la isla de Brac. Se encuentra rodeada por tentadoras aguas color turquesa, de poca profundidad. Una visión, rodeada y custodiada por frondosos y refrescantes pinos.

Este paraíso es altamente recomendado para toda práctica de deportes acuáticos como el surf, sky acuático y los arrulladores paseos en bote, etc. También puedes probar un poco de adrenalina sobrevolando la ruta en paracaídas.

¿Ya estás saboreando las ondulantes formas de la arena y sintiendo la frescura del mar con las yemas de los dedos? Espera, este destino elíseo te guarda una sorpresa más.

Y es que en realidad, a pesar de su grandiosa belleza, se lleva su reconocimiento por un fenómeno geomorfológico que la hace única. Cuando llegues a esta playa no encontrarás la típica franja de costa uniforme paralela al mar. No, esta playa es famosa porque ha decidido caprichosamente poseer dos orillas, las cuales, recorren un camino que las encuentra al final, uniéndolas en una preciosa silueta de cuerno dorado, el cual va tratando de doblegar la fuerza del mar, logrando internarse en sus dominios, siendo a veces vencido por las caricias del viento y las olas, provocando que su forma y dirección sean modificadas.

Unos perfectos 580 km de una playa perlada que encandila los sentidos y te seduce toda emoción hasta poseerte. ¿Podrá ser capaz de regresar a la realidad después de vivir Zlatni Rat?