Al centro de Eslovaquia se encuentra una ciudad hermosa, la cuarta más grande de todo el país, un tesoro cultural que nadie se puede perder. ¿Cuál es este destino tan particular? La ciudad de Žilina, que recientemente se volvió muy industrializada debido a la instalación de varias empresas importantes en la zona. Como si fuera poco, este fantástica ciudad de Eslovaquia es un punto de unión entre Austria, Ucrania, y Checoslovaquia, por lo que recibe muchos visitantes del mismo continente europeo.
Žilina, una joya cultural de Eslovaquia

Iglesias históricas
Lo que más les recomendarán los locales, y prácticamente cualquiera que conozca la zona, es que visiten el centro histórico de Žilina, reconstruido al comienzo de la década de los ’90 como una reserva para los monumentos más importantes de la historia eslovaca. Este conglomerado se encuentra entre las plazas Mariánske námestie y Andrej Hlinka, con la primera siendo hogar de muchos de los edificios más remarcables de la ciudad, entre ellos la Iglesia de San Pablo el Apóstol, y la Iglesia de la Santa Trinidad.
Sin embargo, la construcción más antigua y más preciada de todo Žilina es la Iglesia de San Esteban el Rey, a sólo un kilómetro sudoeste del centro de la ciudad. Es una de las primeras iglesias romanescas de Eslovaquia, que los expertos calculan que fue construida en el siglo XIII. La fachada no es lo único sorprendente, ya que si entran al sitio descubrirán un tesoro único, con murales antiguos ahora renovados. Eso sí, es un lugar muy popular para casarse, ¡por lo que quizás tendrán que esperar para acceder al sitio sin interrumpir una ceremonia!
Demasiado para ver
No todo es iglesias, ya que los sitios valiosos de la ciudad son muchos, así como el Castillo de Budatín, hogar del Museo Považie, que tiene una exhibición muy hermosa sobre el intercambio de textiles y actividades de remiendo. Aunque tengan muchos más edificios religiosos para recorrer durante su estadía, como la Iglesia de San Jorge o la Sinagoga Ortodoxa (que sirve a su vez como el Museo de la Cultura Judía), recomendamos además visitar la vieja estación de tren Žilina-Záriečie, un sitio en donde disfrutarán desde conciertos en vivo, películas, festivales, a discusiones a público abierto.
No muchos se detienen a visitar la cadena montañosa Fatra, que se encuentra a sólo kilómetros de la ciudad, y desde Mala Fatra podrán ver toda Žilina en su máximo esplendor, un paisaje único en su clase que también incluye vistas especiales de otros sitios destacables como el Castillo Bojnice y las aldeas de Čičmany y Vlkolínec, una gran manera de cerrar un viaje a esta ciudad tan particular.
¿Conocían la ciudad de Žilina? ¿Qué otros destinos de Eslovaquia quisieran conocer?







