¿Quién se imaginaría que uno de los lugares preferidos para realizar safaris en África puede también ostentar una de las mejores playas del mundo? Pareciera casi imposible, pero por suerte Tanzania se siente orgullosa de contar con Zanzíbar, una isla a 70 kilómetros de la ex capital del país, Dar es Salaam, frente a la costa este del continente africano.
Zanzibar, el tesoro de Tanzania


Solamente al partir hacia la isla nos damos cuenta que nos esperan probablemente las playas más espectaculares del mundo. El agua es completamente turquesa, mientras que los delfines trabajan de perfectos guardavidas para la inmensa belleza que nos rodea.

Al pisar tierra firme (mejor dicho, un tipo de arena tan blanca como indescriptible) debemos conseguir un hotel. Frente a la playa hay hoteles austeros pero limpios donde poder albergarse. Se puede comer en diferentes barcazas sobre la costa o bien comprar una buena porción de frutos del mar acompañados de la mejor cerveza local y degustarlos sentados sobre la arena.
Como dice el refrán “Panza llena, corazón contento”, solo nos queda disfrutar de cada rincón de esta isla. Tirarse a tomar sol, nadar, observar a los tranquilos tanzanos pasear o pastar sus vacas en la mismísima playa son actividades que podemos realizar sin gastar nada de dinero. O bien, podemos pasear por el mercado de especias de la ciudad o comprar artesanias en las tiendas. La mayoría de los comerciantes hablan inglés. La actividad principal es la pesca, por eso hay un enorme cantidad de barcazas estacionadas de manera un tanto desprolija, esperando un nuevo día de trabajo.

El clima es agradable y nos invita a sumergirnos a cada rato. Esto no es Cancún, acá nosotros somos quienes invitamos a los delfines a nadar con nuestra compañía si es que quieren. Lo ideal es llevar snorkel y esperar que estos inteligentes animalitos se acerquen a nosotros y disfrutar de ese momento único.

La belleza de estas playas es indescriptible pero parece todo el tiempo a invitarnos a relajarnos y disfrutar tanta majestuosidad en su estado natural.







