Pocos lugares del mundo nos ofrecen la posibilidad de sumergirnos en los cuentos de las mil y una noches como Yemen, es éste uno de los destinos más apasionantes para visitar. Ubicado en el Golfo Pérsico, frente a las costas africanas y en el extremo meridional de la Península Arábiga, donde termina el desierto de Ar Rub Al Khali al sur de Omán, forma parte de la región que los romanos habían dado en llamar Al Arabiya Al Yamaniya, que podría traducirse como La Arabia Feliz.
Yemen, donde el tiempo parece no existir


Tierra milenaria
Las regiones más septentrionales de Yemen están cubiertas de dunas que rompen su monotonía con oasis próximos a las ciudades. El resto es un país de laderas escalonadas, reservas de agua y murallas de adobe, era la tierra de la legendaria Reina de Saba y del aromático incienso.
Los caminos que nos llevan hacia los cuatro puntos cardinales parten desde Sanaa, una de las antiguas ciudades islámicas mejor conservadas. En ella se distinguen dos sectores bien diferenciados, la Ciudad Vieja amurallada y la Ciudad Nueva, rodeando a la anterior, extramuros.

Miles de sus casas fueron declaradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, por su particular construcción e idiosincrasia. Las hay hasta de siete pisos, pero en cada una habita una familia; al piso superior sólo pueden acceder los hombres, que tienen allí tertulias junto a sus amigos; luego vienen las habitaciones de los matrimonios, siguen los cuartos de los niños y a continuación los comedores, más abajo están las cocinas y, por último, los baños.
Confines brillantes
Como en la época medieval, los comerciantes se agrupan por gremios. Así encontramos en una calle a los vendedores de especias, en otra los de perfumes, más allá los que ofrecen comestibles, en otro sector están los fabricantes de cerámica, los de dulces y así podríamos continuar enumerando cada uno de los rubros particulares de este lugar.
Hay muchas historias y misterios en Yemen. Uno es el del café, que nadie sabe con certeza de dónde proviene pero este país es el centro de difusión más antiguo; hasta el siglo XVIII ocupaba el puesto de primer productor mundial, exportando principalmente a Europa a la que llegó de manos de los turcos.
Partiendo desde la ciudad hacia el Este nos adentramos en el desierto de arena más grande de la tierra, el Run Al Khali, que ocupa la soledad meridional de la Península Arábiga. Arenas y montañas rojas, apenas lluvias ocasionales en verano, idioma árabe y religión islámica, mujeres cubiertas de pies a cabeza, hombres siempre sonrientes pero armados con sus djambias que son una especie de puñales curvos que llevan sujetos al cinturón, fortalezas de piedra y clima árido tropical, un café preparado con la cáscara del grano que recibe el nombre de gishr y al que se le agregan otras hierbas… Ninguna similitud, pero absolutamente ninguna, con Occidente y es eso precisamente lo que le da a Yemen todo su atractivo.
¿Conocían acerca de Yemen? ¿Cuál es su lugar favorito de la Península Arábiga?







