Visitar las Islas Malvinas en 5 pasos

Con una larga historia a su haber, que muchas veces opaca sus otras virtudes, las Islas Malvinas son un destino turístico muy pintoresco y organizado para aquellos pocos privilegiados que se arriesgan a explorar lo desconocido.

Pero la verdad es que las Falklands son unas tranquilas islas de costas accidentadas y suaves ondulaciones, donde los árboles brillan por su ausencia y proliferan las casitas de madera. Para que tengas una idea de sus principales atractivos, aquí te brindamos un recorrido por las Islas Malvinas en 5 pasos.

Descubre Stanley

Para visitar las islas Malvinas, nada mejor que comenzar por su capital, Stanley. Aunque poco más grande que un pueblo, por sus calles se siente un aire de grandeza probablemente emanado de sus mismos habitantes y del orgullo de haber conservado las islas bajo el poder británico, aunque la vieja disputa por su tenencia aún sigue latente.

Ya sea en Puerto Argentino o en el Mount Pleasant Airport, podrás contar con servicios de alquiler de vehículos y los datos principales para guiarte por Stanley, donde no puedes dejar de visitar la Iglesia Catedral de Cristo, en cuya estructura reposa un arco de ballena depositado en 1933, o el Museo de las Islas Malvinas, donde podrás obtener un repaso por la tumultuosa historia de estas tierras.

Cuando pienses en alojarte, puedes optar por el Malvina House, uno de los principales hoteles de la ciudad, o por alguna de las tantas casas de familia que se rigen bajo la modalidad de B&B.

Voluntarios Beach y su colonia de pingüinos

Esta colonia de pingüinos rey es considerada una de las mayores atracciones de las Falklands. Es un paseo perfecto para disfrutar en el día, pues el viaje desde Stanley dura una 5 horas entre ida y vuelta hasta Voluntarios Beach, pero verdaderamente merece la pena.

Contemplar esas colonias de miles y miles de pingüinos, con su simpático andar y el agreste y rocoso marco que caracteriza esta zona es todo un espectáculo natural.

Si realmente quieres conocer este lugar a fondo y conocer un poco más sobre el hábitat de los pingüinos rey y su estilo de vida, puedes contratar alguno de los guías turísticos que hay en Stanley o sumarte a uno de los tours que a menudo se están organizando.

Sea Lion Island y su vida marina

Esta pequeña isla tiene la mayor concentración de lobos marinos, que juntos a algunos elefantes marinos y varias colonias de 5 especies distintas de pingüinos, conforman una vida silvestre verdaderamente ajetreada y apabullante.

Los leones marinos no poseen ese nombre en vano, pues con solo escuchar el rugido y las fieras peleas de los machos alcanza para mantener una prudente distancia del espectáculo.

A la Sea Lion Island se puede llegar a través del Servicio Aéreo de las islas Malvinas, desde alguno de los pequeños aeródromos de las Falklands, o inclusive mediante un pintoresco viaje por barco. Pero ten cuidado al programar tu visita a la isla, pues en Sea Lion Island solo existe un sitio para alojarse, el Sea Lion Island Lodge, siendo la mejor época para visitarla entre los meses de octubre y marzo.

Pradera del Ganso, tras los pasos de Darwin

Recorriendo apenas 96 kilómetros desde Stanley podrás llegar a un lugar cargado de historia, que se remonta al año 1833 cuando el famoso HMS Beagle anclara en las Malvinas con la ilustre figura del naturalista Charles Darwin a bordo.

Además en Pradera del Ganso tuvieron lugar alguno de los enfrentamientos más fuertes entre las fuerzas británicas y argentinas durante los 74 días que durara la Guerra de las Malvinas en el año de 1982.

En este lugar se podrán apreciar varios monumentos recordatorios del conflicto bélico levantados por ambos bandos, además de encontrase hasta hoy campos de minas activos pero muy bien señalizados, por lo que es mejor no salirse del camino.

Sin duda alguna las Islas Malvinas son testigo vivo de uno de los sucesos históricos más importantes del siglo pasado que conmovió al mundo en su momento. Visitarlas es revivir toda esa historia y además descubrir un sorprendente mundo tan natural como inesperado.