Ventajas y desventajas de vivir en Puerto Vallarta, México

Desde que era niña y la gente sabía que era originaria de la costa me acostumbré a escuchar la pregunta ¿qué tal es vivir en la playa? Acompañada de teorías como: “seguro te la pasas nadando” o “ha de ser muy aburrido”.

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Claro que cuando hay algo desconocido solemos imaginar el “cómo será”. Por ejemplo, cuando supe que en Seattle (donde viven mis primos) nevaba, no podía dejar de imaginarlos construyendo muñecos de nueve todo el tiempo; así para quienes vivimos en la playa, la realidad no es como la piensas.

Como en todos lados existen pros y contras, así que si estás pensando mudarte a la costa déjame compartirte ambas caras de la moneda, pues vivir en Vallarta e ir de vacaciones son dos cosas muy diferentes.

Las desventajas

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  • Todo el año hace calor. Y digo, literalmente TODO EL AÑO y a todas horas.
  • La Navidad no se siente. Mientras en otras ciudades prenden sus chimeneas y sacan sus chamarras, en Vallarta sigues en shorts en diciembre.
  • Hay mosquitos por doquier (el repelente será tu mejor aliado). 
  • No te acostumbras al clima. Así lleves años viviendo allí, te seguirás quejando por el calor.
  • Te engentas en las playas. Cuando vas a la playa, tienes que buscar en las afueras porque las de la ciudad están llenas de turistas.
  • Gran parte del tiempo está lloviendo y las lluvias son torrenciales... de los truenos, ni se diga.
  • Los autos se estropean por el empedrado, así que el gasto de mantenimiento y reparaciones es elevado.
  • Los precios son elevados. Al ser lugar turístico, la vida es cara.
  • Las actividades diarias se hacen muy pesadas. Imagina ir al seguro, formarte para tramitar tu IFE, acudir al ayuntamiento, salir de clases, todo a 38° con 85 % de humedad.
  • En verano y Semana Santa la ciudad estará llena. Supermercados, avenidas, playas, calles, plazas… todo.
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Las ventajas

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  • Puedes llegar en minutos a donde quieras. En auto, transporte urbano o incluso caminando.
  • Salir a las 7 de la mañana o las 11 de la noche sin sweater. El mismo clima prevalece casi todo el día, así que no hay sorpresas.
  • Sigue siendo un lugar tranquilo. En mi infancia aún podías dejar la puerta abierta o salir a caminar a media noche sin problemas.
  • Escuchas las aves cantar todas las mañanas. Lejos del bullicio de las grandes ciudades, en Vallarta aún estás muy cerca de la naturaleza.
  • El día que te plazca puedes ponerte tu traje de baño e irte a la playa. Así sea entre semana, por el día o la tarde y sin planes previos Vallarta tiene playas por doquier.
  • Siempre hay algo qué hacer. Al ser un lugar turístico tienes restaurantes, bares, antros y cines que cierran hasta tarde o bien exposiciones, talleres y recorridos a todas horas.
  • Conoces gente multicultural. En Vallarta puedes ver extranjeros de todos lados.
  • Puedes subirte a un barco aunque sea para conocerlo. Así sea una lancha o un crucero, siempre habrá uno al que puedas subir.
  • Puedes comer mariscos sin preocuparte por su frescura ¿Frescura? Si son recién salidos del mar.
  • Tener vistas muy bellas aunque vayas al súper. Las puestas del sol y el paisaje en general son simplemente algo hermoso.
  • Conoces lugares secretos donde no todos los turistas llegan. Al vivir en Vallarta conoces lugares secretos y fuera del recorrido oficial disfrutas de lo que no cualquiera tiene acceso.
  • Puedes mojarte en la lluvia. Puedes mojarte en la lluvia sin resfriarte.
  • Como puedes ver, vivir en Vallarta tiene su lado tedioso y su lado fantástico, al final la decisión es tuya, ¿te animas?

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