Europa, Asia, Canadá, esa isla perdida en medio del océano Índico... Para muchos de nosotros viajar significar hacerlo siempre al extranjero, quizás porque la aventura inspira un mayor atractivo y la desconexión nos parece más palpable cuando nos encontramos lo más lejos posible.
Ventajas de hacer turismo en tu propio país

Y sí, puede que tengamos algo de razón, pero este no es motivo para obviar las muchas ventajas de hacer turismo en tu propio país, descubriendo que es posible conocer nuevos mundos sin necesidad de traspasar las fronteras.

Mayor control del presupuesto
El típico problema cuando viajamos al extranjero suele residir en el cambio de divisas, adaptándonos a una moneda cuyo valor no controlamos del todo y nos induce a gastar más de lo que teníamos previsto, por no hablar de la diferencia y escaso margen de beneficio que solemos obtener cuando realizamos la posterior conversión a la moneda original.
Si viajas por tu propio país controlarás mejor el presupuesto aunque una ciudad pueda ser más cara que otra en aspectos que no siempre aluden al turismo.

Mismo idioma
Chapurrear el idioma de otro país es el segundo gran problema que surge al viajar al exterior, algo que, obviamente, no ocurrirá de forma tan drástica si viajamos por nuestra geografía. Sí es cierto que suelen existir otras lenguas o dialectos en un mismo territorio, pero por suerte, el español es un idioma que se habla en cualquier rincón de España y Latinoamérica, una virtud que posiblemente apreciemos mejor cuando nos encontramos en ese destino tan lejano.
Si en tu caso te dispones a viajar al extranjero, seguro que encuentra tu app apropiada entre estas cinco propuestas.

El desconocido encanto de tu país
No es la primera vez que un turista suele visitar países extranjeros hasta llegar a ese típico momento en el que descubre que, realmente, no conoce su propio país tanto como pensaba.
Es a partir de ese momento cuando comprobamos la diversidad de nuestros territorios, la posibilidad de saltar de un puerto de esquí a playas de agua turquesa, pasando por una visita a los Patrimonio de la Unesco o el encanto de una ciudad que siempre consideramos algo más provinciana. Viajar es importante y, en ocasiones, el resto del mundo puede estar más cerca de lo que creías.

Diversidad de transporte
¿Realmente pensabas tomar un autobús de México DF a Los Ángeles? ¿Y de Madrid a Roma? Sí, pero es que no puedo pagar un billete de avión. ¿Y compartir coche? La compañía de carpooling no opera en ese país. Vaya, ¿y si te planteas quedarte en tu país?
En tiempo de escasas posibilidades económicas, hacer turismo nacional te permite hacerlo en cualquier medio de transporte en base a tu presupuesto. Cuentas con la comodidad de partir en tu propio coche, tomar un vuelo nacional económico, un tren de alta velocidad, coche compartido o, en el más precario de los casos, un autobús.

Mayor seguridad
La seguridad de un país es un aspecto siempre discutido por según qué locales, pero sí es cierto que mientras el turista que se dispone a viajar a un país extranjero siempre lo hace bajo bajo una inquietud natural, la persona que viaja por el suyo propio lo hace conociendo de antemano la situación política, social y criminal del mismo, algo que nos permite actuar y gestionar la travesía de forma más concienciada a lo largo del trayecto.

Una gastronomía de muchos matices
La comida suele ser uno de los aspectos que crea mayor recelo cuando viajamos a un país de costumbres culinarias algo distintas. En nuestro propio país eso no ocurre, sino que, al contrario, la gastronomía del mismo se nutre de otros muchos platos típicos que reúnen componentes de sobra conocidos y que solemos degustar sin prejuicios, apreciando el sabor de bocados desconocidos y familiares al mismo tiempo.

Brevedad e intensidad
No nos engañemos, viajar a un país situado en la otra punta del mundo requiere de tiempo para visitar la zona a fondo y, especialmente, para adaptarnos al medio, algo que suele tomar más días de los previstos. Tras mencionar todas las ventajas anteriores, queda claro que visitar nuestro país supone hacerlo en un período de tiempo en el que el trayecto de ida y vuelta suele ser más corto (y menos sujetos a los desajustes del jet lag), además de permitirnos una adaptación más rápida al no existir cambio horario, idiomas que frustran ciertas visitas y platos que nos provocan intolerancias instantáneas.
Te va a interesar: 9 lecciones de vida que solo aprendes viviendo en el exterior
Estas 7 ventajas de hacer turismo en tu propio país tratan de fomentar esa mirada hacia la cultura propia, esa misma que muchas veces apartamos en pos de escenarios más lejanos y exóticos. No vamos a discutir qué es preferible, pues existen tantos gustos como posibilidades y viajar siempre supone una bendición vayas donde vayas, pero quizás sí sea el momento de cambiar nuestra visión y ajustar nuestro bolsillos sin que esto suponga un disfrute menor a lo largo de nuestra travesía.
¿Sueles realizar turismo nacional?







