¿Quién no se ha visto frente a la gran disyuntiva de qué hacer con la goma de mascar una vez nos cansamos de estar masticando? Ya sabes, cuando no encuentras un bote de basura, pero no quieres ser tan zoquete como para tirarlo al suelo, tampoco quieres andar con ella la mano y no tienes siquiera un papel donde guardarla... En fin, esto nunca jamás te ocurrirá mientras camines por la gran pared de goma de mascar de Seattle, un sitio extravagante por demás que en los últimos años se ha vuelto una atracción tan popular como extraña y a la vez asquerosa. ¡Una pared llena de goma de mascar! ¡Sí, usada! Échale un vistazo...
Una pared de goma de mascar en Seattle


La pared de goma de mascar de Seattle, EE.UU.

Si hay algo en lo que son buenos los norteamericanos es en crear atracciones bizarras, en el sentido literal y anglosajón de esta palabra, que llaman la atención del mundo entero. En el caso de la pared de Goma de Mascar de la que te estoy hablando ahora y a la cual le estoy dedicando una publicación entera, se puede decir que es una atracción muy extraña, extravagante, desagradable y bueno, de cierto modo, también divertida.
La historia de la pared de goma de mascar

Según cuenta la leyenda, sobre esta pared gigante cubierta de goma de mascar, se está pegando goma de mascar usada allí desde principios de la década del '90, más precisamente, se cree que el primer resto de goma de mascar se colocó allí en 1993. Aún nadie ha contado la cantidad de goma de mascar que se pegó allí, pero seguro pronto alguien lo hará.
¿Que te parece este lugar? ¿Crees que es atractivo o simplemente asqueroso y sobrevalorado? ¿Por qué?







