¡Qué mujer más admirable!
Una mujer FUERTE es lo que conocerás si visitas el Museo de Frida Kahlo

En el 247 de la calle de Londres, en el delicioso barrio de Coyoacán en México DF, existe una casa azul en cuyas puertas se agolpan los turistas que visitan el corazón de México con un claro objetivo: adentrarse en el Museo de Frida Kahlo, también conocido como La Casa Azul, un microcosmos de arte y etnicidad en el que podremos recorrer la vida y obra de la pintora mexicana a través de su estudio, sus galerías y hasta su cocina...
Los colores del dolor
La casa situada en Coyoacán data de 1904, año en el que el padre de Frida, Guillermo Kahlo, adquirió esta propiedad. Allí mismo, en 1907, nacería la pintora más importante de la historia de México y donde posteriormente viviría junto al famoso muralista Diego Rivera.
La Casa Azul es el perfecto ejemplo de propiedad en el que coexisten lo artístico y lo doméstico a la perfección, comenzando por esa planta baja en la que la cocina de leña o la cochera se entremezclan con la galería permanente en la que figuran obras tan famosas como las sandías de "Viva la Vida", "Naturaleza muerta" o "Retrato de una Niña", aderezados de otros motivos artísticos como cartas escritas po la propia Kahlo y que cuelgan del techo, piezas de alfarería o acuarelas utilizadas por la pintora.

La planta superior se distribuye en el estudio de la artista y las habitaciones de día y la de noche en las que la pintora comenzaría a pintar tras el accidente por el que, en 1925, un tranvía embistió al autobús en el que iba al colegio.
Esta experiencia marcó para siempre el estado físico y mental de la artista debido a sus constantes dolores en la columna y su imposibilidad de tener hijos, carencia sobre la que pintó a lo largo de toda su vida. Esta es una visión que lejos de beber del surrealismo con el que mucho se empeñaron en relacionarla, hablaba de experiencias crudas, demasiado terrenales.
En la casita anexa a la vivienda principal, cuyo jardines lucen agaves y palmas entremezclados con colores vivos y figuras de inspiración azteca, laten las exposiciones temporales de la artista. La última, "Las apariencias engañan: Los vestidos de Frida Kahlo", se expone hasta diciembre de 2016. En dicha colección luce el vestuario étnico de la pintora como medio de expresión e inspiración de futuros diseñadores como Jean Paul Gaultier.
La obra de Frida Kahlo se divide en museos como el MoMa, la propia colección privada de Madonna o el Museo Dolores Olmedo, cuyas colecciones de arte lucen en las proximidades de los canales de Xochimilco. Sin embargo, pocos lugares consiguen reunir esa combinación de realismo mágico, tragedia y arte que inspira la Casa Azul, el pedacito de tierra en el que Frida Kahlo nació, lloró, amó y pintó durante sus cuarenta y siete años de vida.
Esta visita al Museo de Fida Kahlo en México D.F. os inspirará a dejaros caer por uno de los lugares más emblemáticos de la capital mexicana y navegar por la historia artística de uno de lo grandes astros de la pintura del siglo XX.
¿Ya visitaste el Museo? ¿Cuál es tu pintura favorita de Kahlo?







