Una maravilla de la naturaleza

Estados Unidos al suroeste. Un estado llamado Arizona, al norte de la frontera con México y al este de la famosa California. ¿Cómo llegar? Aviones, autobuses, en auto por la carretera. ¿Qué vamos a encontrar en este estado? El magnífico Cañón del Colorado.

Desde la ciudad de Flagstaff puede llegar en una hora y media hasta el extremo sur del cañón, donde se ubica el centro para visitantes del extremo sur. También podemos tomar un vuelo desde Las Vegas o Phoenix que nos dejará en el aeropuerto comercial del Gran Cañón, a pocos kilómetros del centro para visitantes antes mencionado.

Esta famosa maravilla natural involucra una red laberíntica de pequeños cañones, fisuras y quebradas apostadas sobre las rocas. Estas rocas nos regalan formas y colores extraños que no hacen más que embellecer el paisaje. Además, los colores de los suelos, el desierto y las grandes formaciones rocosas van variando según la posición del sol regalándonos tonos amarillos, naranjas, rojos y hasta violetas que no volveremos a ver en ningún otro lugar.

El Gran Cañón del Colorado tiene una longitud de casi 320 kilómetros y el ancho que divide las dos placas terrestres varía entre los 15 y 24 kilómetros. La profundidad de estas auténticas grietas llega a un máximo de poco más de un kilómetro y medio. Puras medidas difíciles de imaginar pero en síntesis todo se resume a tamaños avasallantes. En el centro de este gran abismo corre el Río Colorado que da nombre al cañón. A veces es un salvaje curso de agua, y desde lo alto puede parecernos un insignificante hilo de agua.

En lo que refiere a las instalaciones turísticas que este lugar nos ofrece, hay tres centros armados especialmente para el visitante. El más grande es el del sur, que cuenta con los mejores puntos panorámicos así como con la mayor cantidad de los mismos. Además aquí podremos encontrar una gama de servicios que no existe en los otros dos puntos. Este centro está abierto durante todo el año.

Por otra parte, el centro del extremo norte es mucho más rústico y solo abre sus puertas a los vehículos entre los meses de Noviembre y Abril. Si bien los puntos panorámicos no son tan buenos como los del sur (no dejan de ser impresionantes), son mucho menos concurridos y no están llenos de turistas con cámaras fotográficas. Este es el mejor destino para mochileros o acampantes.

Por último, el punto situado al oeste cuenta con las infraestructuras más modestas pero posee el atractivo de la reserva indígena de Havasupai, que en mi humilde opinión no es gran cosa.

El recorrido del Gran Cañón puede hacerse en auto, en autobús, en avioneta o helicóptero, a pie por tramos y hasta en mula. Los recorridos a pie pueden hacerse en varios puntos, ya sea dentro de excursiones o en solitario (para esto se debe tener un permiso firmado por las autoridades del Parque Nacional). Esta opción es increíble y nos permite bajar hasta la base del cañón y pasar las noches de campamento en un lugar maravilloso. Eso sí, si va a hacer algún recorrido a pie, debe tener en cuenta que luego de bajar hasta la base deberá volver y el regreso es mucho más cansador. Además siempre debemos hacernos de una buena provisión de comida y agua potable.

Para hospedarse en el Parque Nacional del Gran Cañón del Colorado debemos reservar nuestras habitaciones con varios meses de anticipación para los hoteles ubicados dentro del parque. De todas formas, en la cercana Villa de Tusayan, siempre encontraremos alojamiento y es considerablemente más barato.

Sin lugar a dudas este es un destino único para quienes buscan aventura y naturaleza. También lo es para quienes aman la soledad y el silencio de la naturaleza y para quienes buscan un destino de campamento con amigos. El Gran Cañón del Colorado nos hace sentir nuestra pequeñez frente a la naturaleza y al universo todo, y nos regala un paisaje abrumador y apasionante.