Irlanda es un país en constante desarrollo, con muchas ciudades sumándose al grupo después de ser pequeños pueblos que, tras mucho esfuerzo y crecimiento, consiguieron su estatus mayor y se hicieron polos turísticos de primera. Waterford es la ciudad más nueva, por así decirlo, y es muy conocida en toda Europa por su extenso pasado medieval, ya que al estar ubicada cerca del Río Suir fue en su época uno de los puertos más importantes del continente. Además de tener un ambiente muy tranquilo, no hay nada en ella que no podamos disfrutar. Vamos a conocerla.
Un viaje para conocer Waterford, Irlanda

Pasado en auge
Como se podrán imaginar, siendo una ciudad prácticamente medieval, muestra muchas de las características de los viejos feudos, con una construcción amurallada que albergó gran cantidad de aldeas y pueblos a lo largo de su existencia, y muchos sectores de ésta aún preservan su pasado cultural, como el Triángulo Vikingo que se encuentra cerca de la Torre Reginald. La herencia normanda se ve en plenitud en las plazas Arundel y John Roberts. Las murallas en su mayoría ya no están en pie, pero eso no significa que no encontremos las ruinas de muchas de éstas.
Justo a la salida de las murallas podemos visitar Ballybricken, una de las muchas aldeas dentro de la ciudad. El centro de esta región es ahora un área completamente ecológica, una especie de parque extenso que tiene todo tipo de construcciones para el público general, como gradas, escenarios, y muchos bancos de madera. Si llegan a subir toda la colina, este pueblo los recompensará con algunas de las tiendas de materia prima de mayor calidad en toda Europa.
Hermosos paisajes irlandeses
Aunque les hablemos de su interior, no hay belleza más grande que las costas de la ciudad, como la aldea pesquera de Dunmore East, muy pintoresca en su apariencia y en donde podrán aprender de la vida marina y comprar algunos de los mejores peces del mundo. Si quieren hospedarse en una región balnearia prestigiosa, les recomendamos Ardmore, hogar de algunas de las playas más hermosas de Irlanda, que además tiene muchas ruinas de los primeros asentamientos cristianos que llegaron a la región.
Las playas no les permitirán ver la ciudad a lo alto, o al menos parte de ella, por lo que les sugerimos que en su visita por Waterford no se queden sin subir a las Montañas Comeragh, que no sólo son hermosas y nos dejan ver mucho de la ciudad a la distancia, sino que además son fáciles de escalar y hasta tienen circuitos marcados de ciclismo. Para cerrar su viaje, recomendamos el estuario de Blackwater, en donde podrán pescar y ver los pájaros más hermosos de esta magnífica ciudad.
¿Qué opinan de la hermosa Waterford? ¿Qué tal una visita a Donegal, luego de este destino?







