Un pequeño repaso por la historia de los test de embarazo

Cuando una mujer sospecha que está embarazada suele comprar un test de embarazo casero o consultar con un médico. Sin embargo, los métodos para detectar un embarazo han cambiado en el correr del tiempo. Los sofísticados controles actuales no podían hacerse incluso en épocas no tan lejanas.

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Si quieres saber todos los cambios que han sufrido los test de embarazo a través de la historia, aquí tienes un repaso.

De la Edad Media hasta el siglo XX

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Lo que tienen en común la mayoría de los métodos es que usan la orina de la mujer. Por ejemplo, en la Edad Media se ponía una aguja en la orina y si se oxidaba quedando de color rojo o negro, probablemente había un embarazo. Otra forma era mezclarla con vino, porque de acuerdo a las reacciones se podía saber el resultado. Finalmente, algunos doctores mojaban un listón en la orina y lo quemaban: si el olor hacía a sentir náuseas a la mujer, entonces estaba embarazada.

Aunque no lo creas, no hubo demasiados descubrimientos en este campo hasta el siglo XX. El cambio llegó en los años 20 cuando los científicos descubrieron la Gonadotropina Coriónica Humana ( hcG), una hormona presente solo en las mujeres embarazadas. Al conocer esto, se crearon pruebas en las que se inyectaba la orina en un ratón, conejo o rana hembra. Si había presencia de hcG el animal entraba en calor y sufría los síntomas de una mujer embarazada. Se generaba un tejido en sus órganos que sólo podía observarse haciendo una disección al animal.

Aunque era un método efectivo en un 98 %, era complicado, caro y llevaba mucho tiempo. Además, en ocasiones no se podía distinguir entre la hcG y la hormona luteinizante. Esta distinción recién se logró con los primeros test de embarazo modernos en los años 70.

Un poco más sobre este método: ¿Un conejo puede decir si una mujer está embarazada? Conozcamos un poco más sobre este antiguo test de embarazo

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Tests de embarazo caseros

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En 1976, las mujeres pudieron comprar por primera vez un test que podían usar en su casa. Era algo complicado porque duraba dos horas y traía varias cosas, incluido un tubo de ensayo y varios compuestos bastante raros. Sin embargo, era un gran avance, porque tenía un 97 % de efectividad en resultados positivos y 80 % en negativos.

Los test actuales solo tardan unos minutos en dar un resultado y son 99% efectivos. Aunque cada vez se precisan menos días de embarazo para la detección, igual se recomienda esperar algún tiempo para que haya mayor presencia de hcG.

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