Hace más de cuarenta años Stephen Hawking salió con una idea que desconcertó a toda la comunidad científica.
Un agujero negro artificial podría probar la existencia de la radiación de Hawking


Hasta el momento los científicos estaban más o menos convencidos, teóricamente, de qué son y qué hacen los agujeros negros.
Teóricamente, los agujeros negros son tan, tan, tan masivos y ejercen tanta fuerza de gravedad, que de a poco «succionan» todo lo que está a su al rededor, nada puede escaparse a ellos y se vuelven cada vez más masivos.
Esta idea parece no tener fin: en la medida que un agujero negro se vuelve más masivo continúa «succionando» todo lo que está a su al rededor hasta finalmente, en teoría, acabar con toda la materia en el Universo... y vaya uno a saber qué suceda después.
Esta idea dio lugar a muchas otras hipótesis, como por ejemplo que el centro de cada galaxia debe ser un agujero negro e incluso el centro del Universo debe ser un agujero negro.
Stephen Hawking pensó que, en realidad, existían pequeñas partículas que sí podían escapar de la fuerza de los agujeros negros. A ese conjunto de partículas que eran atraídas por el agujero negro y luego eyectadas a su exterior Hawking lo llamó... radiación de Hawking. Según el cierntífico, entonces, los agujeros negros no solo se consumen la energía y la materia que los rodea, sino que también la emiten.
¿Qué son exactamente esas partículas? Teóricamente, fotones: pequeñas partículas subatómicas portadoras de todas las formas de radiación electromagnética (incluyendo rayos gamma, rayos X, luz ultravioleta, luz visible, luz infrarroja, microondas y ondas de radio).
- Más información: «¿Qué es exactamente la radiación de Hawking?»
Pero... ¿Cómo se puede probar todo esto?

Si bien los científicos han desarrollado algunas técnicas para medir y ubicar a los agujeros negros en el espacio, estudiar la hipótesis de la radiación de Hawking es tarea más complicada debido a que se trata de partículas muy, muy pequeñas y, teóricamente, en muy baja cantidad.
Para salvar este problema los científicos tuvieron una brillante idea: crear un agujero negro de laboratorio. Brillante, sin dudas, pero bastante difícil de llevar a cabo...
Jeff Steinhauer de la Technion University en Haifa, Israel, creó un pequeño agujero negro hecho de sonido utilizando helio. Steinhauer enfrió el helio a penas por encima del cero absoluto y luego lo calentó rápidamente, esto formó una «barrera» teóricamente impenetrable para el sonido.
Observó, sin embargo, que pequeñas cuasipartículas de fonones salían eyectadas desde el centro del mini agujero negro.
Todo esto indica que es razonable pensar que un centro teóricamente impenetrable puede ser, de hecho, atravesado por partículas (o cuasipartículas) más pequeñas.
Por ahora este estudio no fue del todo certificado, y aunque lo sea no alcanza como prueba de la radiación de Hawking.
Lo interesante, de todos modos, es que los científicos lograron recrear en un laboratorio las condiciones de existencia de un agujero negro. Y bueno, en ciencia nunca está nada dicho, pero todo parece indicar que esa será la única forma de probar la hipótesis de la radiación de Hawking... algún día.
¿Qué opinas? ¿Podrán comprobar la existencia de la radiación de Hawking antes de que muera y pueda recibir su merecido premio Nobel en vida?










