El gran Lago Bled se encuentra ubicado en los Alpes Julianos, a casi quinientos metros sobre el nivel del mar dentro de Eslovenia, a 35 kilómetros del Aeropuerto Internacional y a 55 de la capital, Ljubljana.
Turismo en Eslovenia: el lago Bled y sus alrededores


Mide algo más de dos mil metros de largo por alrededor de mil trescientos de ancho. Debido a las buenas condiciones de sus aguas ya ha sido sede cuatro veces del Campeonato Mundial de Remo.
Una ciudad, una isla y hasta un Parque Nacional
En medio del lago está la Isla de Bled y en sus márgenes la ciudad del mismo nombre, por lo que toda la zona es visitada por el turismo que disfruta de las múltiples actividades que allí se brindan y de los alrededores, con las laderas de las montañas tapizadas de bosques. Se pueden practicar senderismo, bicicleta de montaña, pesca, realizar cabalgatas, escaladas y visitar también el muy cercano Parque Nacional Triglay.
En la orilla derecha del lago, sobre un alto promontorio, se alza su castillo medieval, el más antiguo de Eslovenia y el más visitado; de su época primitiva se conserva la torre de estilo románico, en la Edad Media se le añadieron las demás junto con las fortificaciones, la residencia, el patio superior y una bella capilla gótica. En el patio inferior está la entrada al castillo, algunos edificios y el aljibe que utilizaban para extraer agua
Iglesias, una bodega y una antigua imprenta
La isla cuenta con varios edificios, siendo el principal la Iglesia de la Asunción de María, importante centro de peregrinaje al que se accede a través de una larga pero suave escalera de 99 peldaños; su alta torre, visible desde lejos, se eleva a 52 metros del piso; son muchas las parejas de novios que la eligen para contraer enlace y, además, arribando en los característicos botes de madera típicos que recorren el lago, denominados pletna, todo muy romántico.
En la ciudad de Bled, con la cadena de los Montes Karawanks de fondo, se destaca la Iglesia de San Martín de estilo neogótico, construida entre los años 1903 y 1905. Varios museos para visitar, importantes restaurantes de comida regional, una bodega donde se puede embotellar el propio vino que llevaremos de recuerdo y asistir a una demostración de la vieja máquina que usaba el gran Gutenberg para imprimir son apenas algunas de las cosas que harán que Bled, su lago, su isla y su castillo queden en nuestra memoria para siempre.
¿Conocían el Lago Bled? ¿Qué les parece el sitio y sus alrededores? ¿Qué otros lugares turísticos del Este de Europa quisieran conocer?







