¿Desde niña sueñas con ser azafata?
¿Tu sueño es ser azafata? Mira lo que tiene esta mujer para contarte

Tal vez piensas que las azafatas viven una vida glamorosa y que su trabajo solo requiere vestir un bonito uniforme y sonreír a los pasajeros camino a los lugares más exóticos de mundo.
Pero, antes de dejarlo todo en pos de la aventura de surcar los cielos mientras sirves algunas bebidas a bordo, escucha lo que esta chica tiene para contarte. Madelenine Doyle ha sido azafata durante muchos años de su vida y nos cuenta todo lo que desconocíamos de su profesión.
Ser azafata no es un trabajo lucrativo
A las azafatas les pagan únicamente por el tiempo de vuelo, es decir, desde el despegue hasta el aterrizaje del avión. Por tanto, las horas previas al vuelo, en las que deben permanecer en el aeropuerto o en los casos en los cuales un avión demora en despegar debido a algún desperfecto técnico no son remuneradas.
Esto hace que muchas azafatas que recién comienzan deban vivir juntas para poder pagar la renta y compartir los gastos del hogar.

Los beneficios a la hora de viajar no son tan buenos
¿Pensabas que las azafatas podían viajar gratis a todas partes? Madeleine afirma que, si bien en cada compañía aérea las cosas son diferentes, por lo general las azafatas obtienen el beneficio de viajar abonando únicamente los impuestos del pasaje.
Sin embargo, para hacer uso de este derecho es necesario esperar que haya un asiento libre en el avión y además hay un orden jerárquico que se debe respetar a la hora de hacer el viaje. El primer lugar es para los empleados y estos tienen preferencias de acuerdo a la antigüedad, el segundo es para el personal retirado, el tercero para la familia y el cuarto para los amigos. ¡Para hacerte una escapada en familia o con amigas deberás esperar mucho tiempo!
Las azafatas deben viajar mucho para llegar a su trabajo
La mayoría de las azafatas no pueden cubrir el costo de vida necesario para vivir en las grandes capitales cercanas a los aeropuertos y es por ello que deben viajar mucho para llegar a su trabajo.
Madeleine cuenta que en ocasiones debe volar el día anterior y hacer uso de sus beneficios para alojarse en un hotel y así evitar presentarse tarde a su trabajo. También afirma haber conducido largas horas en situaciones de emergencia con el fin de llegar a tiempo al aeropuerto. “Una vez que estoy en el pasillo de la aeronave la vida es fabulosa pero el desplazamiento para lograrlo es lo peor de este trabajo”.
Como todo trabajo, ser azafata impone sus desafíos. Ahora bien, si te gusta la aventura y sientes verdadera vocación por esta profesión, vale la pena el esfuerzo. Tendrás la posibilidad de conocer diferentes lugares del mundo junto a tus compañeras de viaje, quizás consigas una cita en un lugar exótico o tal vez puedas hacerte una escapada con amigas por poco dinero.
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