Tour por Aracataca, el pueblo de Gabriel García Márquez

El 17 de abril de 2014, el mayor narrador latinoamericano nos dejaba. Gabriel García Márquez, o Gabo, como ya todos le conocemos, ha dejado tras de sí una herencia cultural sin precedentes, compuesta de obras que ya forman parte de la literatura universal y entre las que se encuentra su gema preciada: Cien años de soledad, publicada en 1967 y mayor referente del autor colombiano que dio vida a Macondo, un pueblo que jamás existió. . .  o sí. Quizás este tour por Aracataca, el pueblo de Gabriel García Márquez, despeje las dudas.

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Un pueblo de Latinoamérica

"Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava contruída a orillas de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos".

Bajo esta premisa nacía uno de los lugares más mágicos de la literatura, Macondo, un pueblo que representaba los cambios y tragedias de una Latinoamérica encarnada por la familia Buendía. Y es que si seguimos las indicaciones del libro, Gabo situaba el pueblo al oeste de Riohacha, al este de la Ciénaga Grande y al sur del Caribe colombiano, con lo cual, todo da que pensar que la inspiración directa de este enclave ficticio no era otra que Aracataca, lugar en el que nació el escritor en 1927.

A diferencia de lo que podamos pensar, Aracataca es un pueblo perdido y subdesarrollado entre árboles tropicales (algunos de ellos pertenecientes a una especie llamada. . . macondo) en la región colombiana de la Magdalena, desde cuya capital, Santa Marta, el autobús supone el medio más directo de llegar al destino.

Lugar olvidado

Gran parte de la población de Aracataca aún no sabe quien es Gabriel García Márquez ya que, además de haber sido contadas las visitas del autor en los últimos años, la mayoría representa una alta tasa de analfabetismo y esa condición de habitantes perdidos; tanto es así, que la iniciativa organizada por el Ministerio de la Cultura para cambiar el nombre de la localidad por Macondo fue desestimada ante la falta de participantes.

Sin embargo, para todo aquel aventurero amante del realismo mágico, Aracataca continúa siendo un diamante en bruto. Al llegar encontraremos la estación ferroviaria hasta la que llega el llamado Tren Amarillo, el mismo instalado por los americanos que llevaron la compañía bananera a Macondo en las páginas de Cien años de Soledad. La Oficina del Telégrafo simboliza la historia de amor entre los padres de Gabo, Gabriel, quien enviaba cartas secretas, y Luisa, apartada del amor por su padre; un hecho que inspiraría otra de las grandes obras del autor, El amor en los tiempos del cólera, publicada en 1985.

La casa donde el Premio Nobel vivió hasta los ocho años escuchando las historias de su abuela, es ahora un museo restaurado tras una inversión de 350 mil dólares por parte del Ministerio de la Cultura. En las paredes vuelan mariposas amarillas, en su interior podemos ver el mobiliario original y en la terraza una cita del libro grabada en la pared hace mención al primer almuerzo en el pueblo del Mr. Herbert, el mismo que trajo la industria del banano a Macondo y que, como bien define otra cita que encontraremos en la casa, "más que un hogar, la casa era el pueblo".

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Todos estos atributos fueron aprovechados por un aventurero holandés apodado Tim Buendía, quien fundó el primer hostal del pueblo (The Gypsy Residence), además de varios tours que recorrían desde Aracataca hasta ciudades colombianas como Barranquilla o Nueva Venecia. Una iniciativa que terminó en bancarrota, si bien nunca podemos descartar la visión de este primer golpe turístico.

Una visión que podría verse hecha realidad tras la muerte de nuestro querido Gabo, si bien algunas agencias ya se han puesto manos a la obra, declarando patrimonio cultural de Colombia este pueblo de particular nostalgia que posiblemente nunca debería ser descubierto, que aún permanece perdido en "ese mundo tan reciente que la cosas carecen de nombre y para mencionarlas había que señalar con el dedo".

Descanse en paz genio.

¿Alguna vez leíste Cien años de soledad? ¿Conocías Aracataca u otros lugares del Caribe colombiano?

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