Pensar en Suecia desde la perspectiva latinoamericana, regularmente evoca ventajas económicas y salubres mayúsculas. El calificativo de "Primer Mundo" desde luego incluye a la democracia parlamentaria sueca, una especie de paraíso para todos, ¿o no?
Todo el mundo habla del modelo sueco, pero tiene un problema que nadie debería imitar


La realidad es que la pandemia por coronavirus (COVID-19) tomó por sorpresa hasta a los mejores gobiernos o a los "infalibles" sistemas de salud nórdicos (siendo en esta vertiente Suiza y Suecia los países más afectados por los contagios).

Hoy día, el caso de Suecia hubiera parecido inimaginable años atrás: con casi 30 mil casos positivos de COVID-19 y 2,766 muertes relacionadas a la enfermedad, el paulatino colapso del país es evidente, pero, ¿qué salió mal ante la estrategia que planteó el gobierno sueco? A continuación, se recopilan los principales fallos:
Estrategia individual "relajada"

Desde finales del mes de marzo, Suecia intentó una estrategia diferente a la instalada en toda Europa.
Aunque el gobierno sí informó a la población sobre la pandemia de coronavirus y sus posibles consecuencias, instituciones como L a Comisión Europea de Salud, calificaron las recomendaciones suecas como "demasiado relajadas".
Almost over in Sweden. pic.twitter.com/6Qzn4ChNlJ
— Alistair Haimes (@AlistairHaimes) May 6, 2020
Suecia habló en aquel momento sobre el distanciamiento social, el lavado de manos y el uso de cubrebocas... pero las autoridades nunca impusieron el confinamiento ni la clausura de lugares concurridos. Además, la narrativa de las precauciones llevó un tono más apegado a la "opción" que a la "orden".
Fue hasta el 16 de abril que el Parlamento concedió poderes especiales al Gobierno para decretar medidas más restrictivas. Aún así, la vida rutinaria en bares, teatros, cines, restaurantes y hasta escuelas continuó en pie.

Un epidemiólogo 'diferente'
El principal asesor médico gubernamental de Suecia, Anders Tegnell, llegó a asegurar que luchar contra el COVID-19 es una tarea a largo plazo, y por lo tanto no recomendaba ninguna clase de bloqueo a la rutina.

Esta medida es desestimada por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS): el distanciamiento social a la brevedad es la medida más segura aún antes de que el coronavirus "se instale" en un territorio.
Casos exitosos de cuarentena anticipada y cierre de lugares aglomerados de forma "prematura", permitieron a países como Nueva Zelanda y Vietman declararse "libres de coronavirus", anteponiendo ejemplos de una estrategia impecable para el resto de las naciones.

Hoy día Nueva Zelanda reporta únicamente 1147 casos y apenas 21 muertes de coronavirus. Por su parte, Vietnam es todo un caso de contención: sólo 288 contagios de COVID-19 y ninguna muerte reportada a lo largo de la pandemia.
Mientras aún se analiza un cambio de estrategia que si imponga medidas precautorias más severas en Suecia, Tegnell insiste en las restricciones moderadas para que la "vida normal"continúe. Una medida que ha sido calificada como un tanto irresponsable, pero que aún puede ser reconsiderada.
La "independencia" nórdica que pasó factura
Como se mencionó la (fallida) estrategia inicial de Suecia desestimó las medidas usuales de toda Europa, pero incluso también se "independizó" del modelo nórdico en esta vertiente.
Results so far of Sweden's relatively lax approach to combatting the coronavirus: lots of deaths and not much economic benefit https://t.co/NIKaFaVuLn pic.twitter.com/b6lTp346n3
— McKay Coppins (@mckaycoppins) May 10, 2020
A nivel mundial, los analistas expertos insisten en "restregar" al gobierno sueco el caso ganador de Dinamarca, nación nórdica que hoy día se encuentra en la segunda fase de su reapertura económica.
Si eso fuera poco, los datos recientes sugieren una tasa de infección mucho menor en Dinamarca (10,713 contagios y ya 8,805 recuperaciones). Por otra parte, se habla de una tasa de mortalidad inferior por un tercio si se compara con el índice sueco.

La pandemia por coronavirus demostró que las "medias tintas" en casos de éxito de ataño son posibles, y que romantizar cualquier réplica que provenga del Primer mundo, puede traer consecuencias graves si no se analizan las políticas de forma sustancial, lógica y objetiva.
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