"Todas debemos ser amables": descubre por qué esta virtud no siempre es la respuesta

¿Dejar de ser amables? ¿Acaso me volví loca? ¡Porque el mundo parece necesitar desesperadamente de más amabilidad! Sin embargo, las mujeres muchas veces pecamos de ser DEMASIADO amables, lo que nos termina llevando a tener una gran cantidad de problemas que podríamos haber evitado fácilmente si no hubiésemos sido tan “buenas”. 

PUBLICIDAD

¿Cuál es el problema con esto? Que a veces somos amables con personas que no lo merecen, personas desagradecidas que se aprovechan de nuestra buena voluntad y abusan de nuestros recursos: nuestra energía, nuestro tiempo, nuestro dinero. Por eso te propongo que te vuelvas más selectiva y dejes de ser tan amable de estas maneras...

1. Sonríe y di “no”

¿Tu abusiva hermana te volvió a pedir que cuides a los niños este fin de semana otra vez, pero durante la semana no pudo hacerse tiempo para acompañarte al médico? ¿Tu compañera de trabajo espera que nuevamente la cubras en ese horrible horario cuando ella no aceptó a cambiar su horario para que pudieras salir con tu pareja el fin de semana? Hay un método fácil de deshacerte de estas personas y sus pedidos abusivos: sonreír y decir “no” con firmeza

2. Defiéndete

Si al cambiar tu actitud estas personas abusivas comienzan a criticarte y atacarte, defiéndete con respeto. No tienes que ser amable todo el tiempo ni con todo el mundo. Y con esto no digo que seas grosera o agresiva, sino que tienes derecho a defenderte y exponer las razones de tu cambio de actitud de forma clara y tranquila. 

3. Cuida de ti misma

Imagen iStock

Tu principal prioridad debes ser tú misma. Y no en una forma egoísta, sino de una manera amorosa en la que cumples con tus obligaciones y responsabilidades para contigo misma, para luego poder cumplir con tus obligaciones y responsabilidades con otras personas. Después de todo, si tú no estás bien, ¿cómo podrás ayudar a otros?

PUBLICIDAD

4. Establece prioridades

¿Qué es lo más importante para ti después de ti misma? Quizás lo es tu pareja, o tus hijos, o tu carrera, o tus estudios, o tus amigas. Ordena estos puntos de más a menos importantes, y luego apégate a ese orden. 

Lee también:  4 señales de que te estás convirtiendo en tu peor ENEMIGA

5. ¡Ámate más! 

Imagen iStock

La mejor cura para una personalidad demasiado amable es amarte más. Porque al amarte aprendes a establecer límites saludables, a respetar tus prioridades, a decir no cuando lo consideras necesario, y a defenderte y cuidarte ante cualquier ataque

Así que si descubres que  has estado siendo demasiado amable últimamente, quizás sea hora de cambiar a una actitud más saludable. Y si sientes que estás dando demasiado, creo que es hora de que seas más egoísta