Tenemos dedos de pescado
A simple vista no pareces tener mucho en común con este individuo que se muestra en la foto de aquí arriba. Esa cabeza achatada, las escamas, aletas y cola lo hacen a todas luces un espécimen 100% diferente de lo que tú eres, un ser humano. Sin embargo, hay algo que (aunque no lo parezca) tenemos en común con él: los dedos.
Bien sabes que originalmente todos estuvimos en el agua. La vida se originó allí, y nosotros somos en alguna medida oriundos de ese medio. Este animal que ves en la foto es uno de nuestros representantes en el medio acuático; se trata del Panderichthys, una especie extinta hace 385 millones de años.
Lo interesante es que el Panderichthys y nosotros no sólo tenemos un lugar asociado en el árbol de la evolución global, es más, le debemos la comodidad de poder escribir en un teclado, jugar al fútbol, meternos el dedo en la nariz o tocar la guitarra, pues gracias a él tenemos dedos en las manos y en los pies.
Este animal fue uno de los que llevó a cabo el pasaje del agua a la tierra, y para ello fue sustituyendo sus aletas de superficie continua por dedos separados entre sí, lo cual le permitía una movilidad y destreza mayor sobre la tierra.
El descubrimiento fue llevado a cabo por la bibliotecóloga Catherine Boisvert de la Universidad de Uppsala en Suecia, quienes analizando con rayos X los restos fósiles del Panderichthys realizaron este interesante descubrimiento.
Desde luego que a tu autoestima ha de costarle asumir que le debemos mucho a los peces; sin embargo, la capacidad explicativa de un individuo no es capaz de explicar lo que sí un paradigma consolidado como el Evolucionismo, así que, aunque tus amigos bromeen diciéndote que tienes cara de pescado al menos puedes retrucarles diciéndoles lo mismo a ellos.
Vía | DailyMail