Durante la pandemia por el coronavirus hay dos tipos de respuesta: que la emergencia saque lo mejor de ti o que saque lo peor. Esta historia se trata de una persona que entra en el primer grupo, la señora Suzanne Hoylaerts.
Suzanne Hoylaerts, la mujer de 90 años que se sacrificó para salvar la vida de otra persona

Les enseño esto que hizo un doctor de un hospital en New York. Plástico y Tubos de PVC @QuirinoOC @centrodciencias @materiasomos pic.twitter.com/w62w5dZZb2
— nadialeón (@Nadialeons) April 2, 2020
Esta mujer belga de 90 años hizo un gran sacrificio para apoyar a los enfermos con coronavirus al rechazar un respirador artificial, aunque ella se trataba de un caso de riesgo.

De acuerdo con una entrevista a su hija, Judith, la mujer rechazó el respirador porque argumentaba que tuvo una buena vida y prefería darle el insumo hospitalario a alguien que lo necesitara más.
«Los médicos me dijeron que se negó a que le colocaran un respirador. Ya que tengo a esta 'bestia', no quiero respiración artificial. Guárdalo para los más jóvenes. Tuve una buena vida y siempre estaré dispuesta a ayudar a los demás».
Judith explicó que su mamá se tomó muy en serio las recomendaciones de la OMS que pedían no salir de casa, así que es un misterio de dónde pudo contraer el virus. Afirma que todo empezó cerca del 10 de marzo, cuando sospechaban de otra enfermedad menos grave.

Su hija asegura que Suzanne sólo perdió el apetito, pero no tenía otros síntomas como fiebre o tos. Después comenzó a sentir cansancio extremo y dolor, pero asumió que era por dormir mal.
«Ella sentía como si cargara 100 kilos en el hombro al caminar, pero pensó que era por dormir en una posición equivocada y se quedaba sin aliento de manera frecuente. La llevé al médico porque tuvo neumonía en el pasado, así que queríamos evitar eso».

Cuando entraron al hospital, Judith fue separada de su mamá. Y ese fue la última vez que la vio. Los doctores le informaron después sobre el coronavirus y que se negó a recibir un respirador.
Así es como se volvió una de las heroínas sin capa. En redes sociales le rindieron tributo al conocer su historia.
Frase de Suzanne Hoylaerts, de Bélgica, paciente de 90 años de edad, quien renuncio a su respirador artificial, pero antes de morir dijo: No lloren, hicieron todo lo que pudieron", Yo ya he tenido una buena vida.
— Catalam (@FrancoS75529391) April 2, 2020
Conmueve lo que hizo esta dama para que alguien más joven viva.
¿Qué te parece esta historia?
mini:
¡Aún no te vayas! Tenemos mucha información que compartir contigo:







