El islote de Ortygia, al sureste de la Isla de Sicilia, Italia, fue el lugar elegido por los griegos para levantar una de las más bellas ciudades de la antigüedad: Siracusa. Tres de los barrios griegos de entonces, Achradina, Tukha y Epipoles, desaparecieron bajo los hoteles de la ciudad moderna, pero la Cittá vecchia conserva muy bien los recuerdos del pasado desplegando al sol un prodigioso conjunto de ruinas griegas y romanas.
Siracusa: una ciudad griega en Italia


Una ciudad histórica
La eclosión de Siracusa en la historia, cuyo impacto puede medirse en el Museo arqueológico de la Villa Landolina, sólo puede explicarse por la ubicación privilegiada del lugar en el que se halla. Allí es donde seguramente se planeó la unificación de la Magna Grecia, pues en ella vivieron Esquilo y Píndaro, y no por azar, lo mismo que el gran físico Arquímedes, quien sólo por muy poco no consiguió incendiar todos los navíos romanos (que estaban asediándolos) mediante espejos colocados en la costa para concentrar la luz del Sol. Roma descubrió entonces, al llegar a ella, la civilización y todo aquello que los llevaría luego a conquistar el mundo.

Hay que recorrer a pie las callejuelas de la Ciudad Vieja para llegar a las ruinas del templo de Apolo, visitar los veinte palacios barrocos de la Piazza del Duomo y del barrio español (el Duomo alberga una obra maestra de Antonello da Messina, el Rafael del sur de Italia) o pasear por la orilla del mar hasta el Castello Maniace.
También a pie hay que llegarse hasta las ruinas de Neápolis y conocer el lugar donde el tirano Dionisio espiaba, según se cuenta, gracias a la acústica de su colosal “oreja” de granito, las conversaciones de los prisioneros encerrados en las inmensas cuevas cavadas en la roca por ellos mismos, dado que las canteras de las que se extraían las piedras para levantar la ciudad les servían como cárceles (las famosas latomías, hoy transformadas en jardines públicos).
Curiosidad europea
Luego pasamos brevemente por el anfiteatro romano para llegar al que en verdad nos interesa: el teatro griego. Fue allí que el gran dramaturgo Esquilo diera la primera representación de su obra Los Persas, en el año 472 a.C. y fue allí también donde Epicarpio representó las primeras comedias.

Quienes aman Italia y las bellas ciudades de Roma, Florencia y Venecia, no pueden dejar de conocer a la lejana madre de todas ellas, la bella Siracusa, en la que cada tarde la gente que pasea entre la Piazza Pancali y la Piazza Arquimede, en la Cittá Vecchia se retrotrae tres mil años en el tiempo.
¿Conocían Siracusa? ¿Les gustaría visitar esta ciudad?







