Sigue buscando a su esposa luego de 6 años del tsunami en Japón: primero por tierra y ahora por mar

Un terremoto y posterior tsunami arrasó con Japón y tuvo devastadoras consecuencias para el país y para todo el mundo. 15.891 personas murieron en esa terrible catástrofe natural. Pero 6 años después, 2.500 personas siguen desaparecidas. Una de ellas es la esposa de Yasuo Takamatsu. Él la buscó por tierra y no logró encontrarla; ahora la busca por mar, y no parará hasta, al menos, encontrar su cuerpo.

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Masaaki Narita, de 57 años, perdió a su hija de 26 años en el tsunami —compañera de trabajo de la esposa de Takamatsu—. Yasuo le preguntó si quería que buscara a su hija y él decidió acompañarlo en la dolorosa travesía de bucear en el mar para encontrar dos cuerpos, en vez de peces.

La historia de Yasuo Takamatsu

La pareja poco antes del tsunami.

El mismo día del tsunami, Yasuo recibió un mensaje de su esposa Yuko: «¿Estás bien? Yo quiero irme a casa». Encontrar a alguien entre tanto caos era imposible. También lo era llegar al hospital. Al siguiente día logró llegar a la institución médica. Allí preguntó por su esposa pero nadie sabía de ella. No iba a aceptar que ella estaba muerta, no lo podía aceptar. Ese mismo día comenzó la búsqueda que hasta el día de hoy sigue en pie.

Durante los dos primeros años Yasuo buscó en el lugar de trabajo de su esposa, en todas las playas cercanas y en cada rincón de su ciudad. Quería encontrar a su esposa sin importar cuánto le podía costar. Finalmente, descubrió que en tierra no estaba y decidió seguir su búsqueda en el mar.

Yasuo frente al memorial que se hizo para recordar a los trabajadores del banco.

Fue así que se contactó con una escuela de buceo. Les sorprendió que una persona de 56 años quisiera aprender a bucear. Pero él no deseaba ver peces o animales del mar: solo quería encontrar a su esposa. «La razón por la que quiero aprender a bucear a los 56 años es que quiero encontrar a mi esposa en el mar», explicó. 

En enero de 2016, Takamatsu había realizado 110 inmersiones. No encontró ni el cuerpo ni ningún elemento de su esposa. «No tengo más remedio que seguir buscándola. Me siento más cerca de ella cuando estoy en el océano», manifestó.

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Masaaki Narita

Imagen Getty Images

Un día, Yasuo fue a la casa de Masaaki Narita, un hombre de 57 años que había perdido a su hija en el tsunami. Le preguntó si quería que durante sus expediciones buscara a su hija. Emi, su hija de 26 años, era compañera de Yuko, y el día del tsunami, mientras trabajaban en el banco, habían sido evacuadas hasta el techo de la sucursal. Pero una ola las barrió….

Su esposa explicó que estaba «agradecida» de que su marido, Narita, bucee buscando a su hija. En su perseverancia «puedo ver el amor que tenía por nuestra hija. Creo que es un proceso que le hace bien porque se siente cercano a nuestra hija», agregó.

«Se subió a un montón de piedras, puso las manos sobre las rodillas y se quedó mirando hacia el mar. La búsqueda del amor, la búsqueda —la suya, la de ella, la de todos— no es la de una aguja en un pajar ni la de un pez en el mar. Es la de una persona concreta en la tierra. El mundo nunca parece tan grande como cuando alguien se pierde», publicó el New York Times, un medio que decidió contar esta inspiradora y escalofriante historia.