Seyran Ateş: la feminista musulmana que lucha por una religión más inclusiva

Las amenazas de muerte no fueron suficientes para detener a Seyran Ates y su lucha por una religión inclusiva y justa.

Musulmana, feminista, nacida en Turquía, abogada y activista por los derechos humanos, Seyran Ateş fundó por primera vez una mezquita liberal en Berlín y ahora planea abrir otro lugar de culto inclusivo esta vez en el Reino Unido.

Para Ateş, es necesario que exista una mezquita que esté abierta a hombres, mujeres y personas de la comunidad LGBTI de forma igualitaria.

Mezquitas inclusivas, un espacio para todos

Buscando una revolución, espera abrir mezquitas inclusivas en diferentes partes del mundo y asegura que hay millones de personas que apoyan esta idea y, claro, muchos otros que se muestran en contra.

Un cuerpo islámico estatal de Egipto, Dar al-Ifta al-Masriyyah ha declarado que los principios de estas mezquitas son incompatibles con el Islam, mientras que para la autoridad de Turquía la mezquita solo busca «depravar y arruinar la religión»

• Ver también: «Ai Weiwei: el artista que nos invita a reflexionar sobre las crisis humanitarias»

Buscando cambiar la mentalidad global

Desde 2006 que Seyran Ateş necesita protección policial e incluso ha tenido que reforzar su seguridad personal. Ha admitido, en ocasiones, que teme por su vida. Pero este temor no la ha hecho bajar los brazos en su lucha por defender los derechos humanos.

Le tomó ocho años poder establecer la mezquita liberal en Berlín, pero espera que el proceso sea cada vez más rápido.

Una religión de caras visibles

Al abrir la mezquita de Berlín, Ateş declaró que las mujeres deberían entrar sin burkas o niqabs, porque sostiene que deben mostrar sus caras ante ella y otras líderes femeninas en la mezquita. Pero luego se les da la opción de cubrirse si así lo prefieren.

Para ella, parte de esa liberalidad en su mezquita es que no haya requisito islámico sobre cubrirse la cabeza. Para ella, esta práctica representa la sexualización de las mujeres y la visión de los hombres de que son su propiedad.

Con su iniciativa espera que cada vez más mujeres y hombres puedan rezar codo a codo sin importar su género ni su orientación sexual.

• Te puede interesar: «Sandra Morán, la congresista guatemalteca que desafía los estereotipos»